Este viernes trascendió la denuncia de un grupo de vendedores que informó en el Concejo Municipal que las autoridades del sindicato le piden 500 pesos diarios para trabajar. Hubo amenazas y ataques. En los últimos días, balearon la casa de una vendedora de choripones e incendiaron un carrito.
La denuncia ingresó en la Fiscalia de Flagrancia. Claudia Fernández contó desesperada que el miércoles por la noche, en su casa de la zona oeste de la ciudad, que hubo reiterados episodios en su contra: dos ataques contra un carrito y una balacera a la casa de una vendedora de choripanes del parque Independencia. Además, reveló que se les cobraba un canon de 500 pesos para trabajar en plazas y parques, canchas de fútbol o recitales.
Tras los dos incendios a su carrito de comida, le balearon su vivienda en Biedma al 2200
Según su relato «estaba en la planta alta de su casa, mirando un noticiero de la medianoche junto a su marido, cuando escuchó detonaciones de arma de fuego en la vereda. Rápidamente bajaron y encontraron una ventana del living rota y los dos vehículos salpicados de balas», adelantó el Diario La Capital. La camioneta más grande, una combi Mercedes-Benz, tenía 8 impactos.
«Tengo 42 años de vendedora ambulante y en todo este tiempo nunca me había pasado algo así», dijo y agregó: «Todo esto empezó justo cuando en el sindicato se enteraron de que estábamos haciendo una agrupación paralela».
Por su parte, Beto Riba, secretario general del Sindicato de Vendedores, denunció que recibió agresiones y acusó a la Municipalidad por autorizar carritos en los que su personal «está en negro», por lo que anunció que iniciará «un plan de lucha».
