“El viernes tipo 8 de la mañana, dejo estacionado mi vehículo, un Peugeot 306, frente a mi domicilio en calle Urquiza y Cuba. Aproximadamente a las 9.30 de la mañana, cuando salgo nuevamente, mi vehículo ya no se encontraba más. Por lo que llamo a 911, me aboco yo personalmente a la búsqueda del mismo por toda la zona, no pudiendo encontrarlo en ningún lado, por lo que me acerco a la comisaría y realizo la denuncia. En el transcurso de una hora, una hora y media, el auto desapareció”, relató Sebastián, dueño del vehículo.
Y, seguido, la víctima señaló: “El sábado salgo en mi otro vehículo particular a cargar combustible y cuando salgo por calle Solís y Eva Perón veo pasar dos motos tirando un carro, y ahí iba mi auto cortado en pedazos”.
Sumado a esa situación particular, “faltaba la mitad del auto, todo lo que era parte mecánica”.
Asimismo, habló con las personas que llevan el carro, y les preguntó por el origen de esas partes desguazadas, a lo que le responden “que lo habían comprado por Facebook. Mostrame quién te lo vendió y me dicen que no, que no tenían nada encima”.
Ante esa situación se acerca un personal policial: “Me pregunta sobre lo sucedido, le comento de la situación y él mismo le avisa a la Prefectura que se encontraba ahí en el lugar y ellos se hacen cargo de las actuaciones”.
“Cuando pasan los datos de ellos, una de las motocicletas en la que circulaban tenía pedido de captura por robo y uno de los sujetos también tenía pedido de captura”, remarcó.
Finalmente, Sebastián se lamentó: “Así como ellos lo llevaban, va a la chatarra porque no recuperamos nada. Por el modelo del auto tampoco tenía seguro de robo, así que es una pérdida total”.