En las últimas elecciones se registró en Rosario un salto de periodistas a la arena política. Entre los argumentos que expresaban los reporteros en sus campañas, mencionaban la sed de transformación de una realidad dolorosa. Ciro Seisas (Arriba Rosario), Lisandro Cavatorta (Todos Hacemos Rosario) y Miguel Tessandori (Volver a Rosario), decidieron cambiar el rumbo de sus vidas y lanzarse a la carrera al Concejo.

Dado su alto nivel de visibilidad pública en la ciudad, gracias a sus trabajos en los medios de comunicación, no tuvieron que sortear demasiadas dificultades y accedieron con facilidad a sus bancas. Cabe recordar que también abrazan la misma profesión Susana Rueda (Rosario Progresista) y Ana Laura Martínez (Unión Pro-Juntos por el Cambio), quienes ocupan espacios desde hace más tiempo en el Palacio Vasallo.

Antes de desembarcar en el cuerpo deliberativo, Seisas y Tessandori brillaban en De 12 a 14, el noticiero más reconocido de la TV local. El primero en la conducción; el segundo desde sus históricas columnas deportivas. Por su parte, Cavatorta, se lucía con Bótelos, un renombrado ciclo del ex Canal 5.

¿Pero qué hicieron los ediles desde que asumieron en diciembre de 2021?

Ciro Seisas

De acuerdo a la información oficial del Concejo, al 4 de agosto, Seisas, que llegó como alfil del intendente Pablo Javkin, presentó un total de 26 iniciativas: 18 decretos y 8 proyectos de ordenanzas; 22 en conjunto con otros ediles y 4 llevan su firma.

En ese marco, se destacan dos ejes de tareas: el deporte y los oficios, aunque no de manera muy clara. Una de sus propuestas es la de creación del “régimen general para deportes alternativos o no convencionales”, en favor del “fomento de la práctica organizada de deportes alternativos o no convencionales y la promoción de su ordenamiento jurídico, organización institucional, categorización deportiva y desarrollo”.

Empalmado en el segundo eje, Seisas también es autor del plan “Rosario en marcha” para la “promoción, estimulación y el fomento en el desarrollo, la ejecución, coordinación y vinculación entre los sectores involucrados en el marco de los distintos programas municipales de capacitación en oficios, de formación para el trabajo o profesional, y su articulación con distintas instituciones de la sociedad civil”.

Miguel Tessandori

El excompañero de pantalla de Seisas, Miguel Tessandori, elaboró 59 iniciativas. En el desglose, se trata de 35 decretos, 4 declaraciones, 18 ordenanzas, 2 minutas de comunicación y 2 resoluciones. Y en consonancia con Seisas, predomina el trabajo en conjunto con otros concejales, con 54 proyectos, sobre los 5 propios.

De sus propuestas, sobresalen el proyecto para “prohibir a partir de 2035 la circulación de vehículos del TUP con motores de combustión interna”: “El departamento ejecutivo podrá autorizar la circulación de vehículos denominados híbridos, que cuenten con sistemas de combustión interna junto a un sistema de energía renovable, siempre que el impacto ambiental producido por tales vehículos sea apreciablemente inferior al sistema prohibido”, reza el texto.

Además, el cronista propuso la instalación de «detectores de balaceras» en viviendas de barrios calientes de Rosario, una idea que hizo ruido en los medios de comunicación y suscitó revuelo más por su espectacularización que por su vocación de cambiar la vida de los rosarinos.

Asimismo, el periodista deportivo abogó por la “creación del «Portal de Obra Pública», con el objetivo de se difunda “toda información relacionada con toda obra pública en ejecución o a ejecutarse en el ámbito de la Municipalidad de Rosario, de forma pública y como dato abierto”.

Lisandro Cavatorta

Finalmente, el que más iniciativas presentó de los tres fue Lisandro Cavatorta, con 170. Si bien el número impacta, con relación a la labor de sus otros compañeros de recinto, se evidencia un gran volumen de decretos, 162, en su gran mayoría vinculados a luminarias y extracción de árboles, en distintos puntos de la ciudad.

Además, “el concejal de la calle”-lema que lo catapultó a la política-, presentó 3 proyectos de ordenanzas, 2 minutas de comunicación y 2 resoluciones. De esos planteos, 159 llevan su firma y 11 fueron promovidas en conjunto con otros ediles.

Respecto a sus expedientes, el edil propuso la creación del programa «Motos Seguras», que consiste en la instalación de rastreadores satelitales con seguimiento (GPS) en las motocicletas. “En el último tiempo, ha crecido el robo de sus motos como así también de su caja de reparto, que luego son usadas por los delincuentes para cometer delitos «camuflándose» como deliverys”, señala la iniciativa.

En esa línea, impulsó la creación del Programa de “Paradas Seguras e Inteligentes del Servicio de Transporte Público de Pasajeros”, que tendrá como fin “contar con patrullaje policial, agentes de control permanente y elementos de seguridad y conectividad que contribuyan a preservar la integridad de los usuarios y trabajadores del servicio”.

Con todo, resta destacar que el tridente ejerce roles en el campo legislativo, un eslabón burocrático en la cadena de gestión, basado mucho más en la redacción de proyectos que deben ser implementados en la práctica por el Poder Ejecutivo, en este caso, la Intendencia. Una intendencia azotada por el flagelo de la inseguridad y debilitada por problemáticas que exasperan a la ciudadanía, como la del humo en las islas.

Política y medios

En efecto, desde hace varios años, la política se desenvuelve en un espacio público configurado por los medios de comunicación, en virtud del cual se originaron transformaciones sustanciales que afectan a la vida política.

Las dos más relevantes: la incorporación del periodista como actor político y la necesidad de que el político se adapte a la lógica de los medios.

Políticos y periodistas, aun cuando tienen sus propias esferas de actuación, comparten inexorablemente el nuevo espacio mediático. En consecuencia,  la política actual es inviable sin la visibilidad y exposición que proporcionan los medios tradicionales y las nuevas plataformas. Si bien es difícil establecer quién necesita más de quién, lo cierto es que tejieron un vínculo dialéctico, que difícilmente se disuelva.