Los rugbiers volvieron a posicionarse en el ojo de la tormenta luego de la viralización de mensajes racistas por parte de algunos integrantes de Los Pumas la semana pasada. El episodio trajo como correlato un fuerte repudio social. A eso se sumó la feroz golpiza que sufrió Lautaro Insúa, un joven cordobés de 18 años en una fiesta de egresados.
Insúa aclaró que si bien el grupo estaba conformado por cuatro jugadores del club Tala, fueron dos los que lo atacaron. «Los otros dos miraban», remarcó y relató la cronología de lo sucedido durante una entrevista con el periodista Andrés Cánepa al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario. «Ellos entraron a esta casa que estaba dentro de un barrio privado, al parecer los autorizó una familia externa a nosotros. Se les intentó decir que se vayan», explicó el adolescente que aseguró no conocer a los autores. «No hay forma de que me conozcan, nos movemos en ambientes muy distintos».
Además, contó que los deportistas trataron de agredir al dueño de la propiedad, que es su amigo. «Ahí es cuando yo intervengo. les digo que se retiren. Uno de ellos se da vuelta y me golpea en el tabique». El saldo de ese golpe fue una doble fractura del hueso nasal.
«Después caigo contra el alambrado porque perdí gran parte dele equilibrio y la vista. Ahí me golpean otras dos veces y me rompe los orbitales de los ojos. Caigo al piso y empiezo a recibir patadas», continuó el muchacho que habló a la salida de una consulta médica. Todavía no sabe si lo tienen que operar. «El daño más grave está en la cara. Cuando caí al piso estaba muy preocupado, al toque me acordé del caso de Villa Gesell (de Fernando Báez Sosa). En el piso pensaba ‘un golpe más en la cabeza y no sé si aguanto'».
Lautaro admitió desconfiar de la sanción impuesta por el club, que suspendió a los responsables y precisó que hay una causa penal en curso- dado que presentó la denuncia-, en la que están imputados los dos agresores.
¿Estigmatización o uso excesivo de la fuerza?
Por otra parte, el joven se refirió a la dinámica del deporte, que pone en juego la fuerza física y a la reedición del debate que se presentó sobre la supuesta estigmatización de los rugbiers. «En el rugby tenés que ser consciente que tu herramienta es el cuerpo, por lo tanto para jugar mejor vas a perfeccionar esa herramienta. Entonces, claramente podés lastimar a alguien muy fuerte con el cuerpo. Es algo que tienen que reconocer desde el deporte», reflexionó.
