Crisis del 2001: «En Rosario la distribución de asistencia alimentaria estaba sumamente débil», recordó el expresidente del Concejo Municipal
Se cumplen dos décadas de la recordada crisis del 2001, desatada tras la decisión del gobierno de imponer el famoso “corralito” a los depósitos bancarios, dando lugar a una ola de manifestaciones que desalojaron del poder a Fernando de la Rúa que había asumido la presidencia dos años antes.
“Ya se veía que la intervención del Estado era muy débil y cuando hay una crisis de estas y los índices de pobreza siguen mostrándose muy altos, el Estado tiene que tener una fuerte intervención. Pero dejaba de hacerlo progresivamente, se iba retirando a tal punto que en Rosario la distribución de asistencia alimentaria estaba sumamente débil y la implementación de planes y ayuda social, como era en ese momento el plan trabajar, llegaba a alrededor de 5.500 personas cuando ya estábamos hablando de 30 mil familias en estado de vulnerabilidad”, recordó el expresidente del Concejo Municipal Miguel Zamarini.
Zamarini, en medio de la crisis, asumió como secretario de Promoción Social de la Municipalidad. “Yo estaba en el Concejo Municipal y a lo largo del año 2000 se vislumbraba que la cosa no estaba funcionado bien en el gobierno que había asumido luego de la ida de Carlos Menem, con un plan de que empezó de un modo y después terminó del otro”, dijo el expresidente del Concejo, en una charla con el programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario.
Asimismo, estableció que el presidente De la Rúa no modificó “aquel famoso plan de ajustes” que impuso Menem, “sino que repitió el mismo esquema y siempre ocurre en Argentina y en los países de América Latina que todo plan de ajuste empieza desde abajo para arriba. Hay que cumplir con requisitos y formulaciones que hacen los organismos internacionales y el esfuerzo siempre lo hace el pueblo argentino”.
En Rosario, “la gente quería dialogar y pedía por favor la intervención del estado provincial como del municipio para encontrar soluciones. El gobierno de la nación de entonces se iba cerrando, hasta que tocó los intereses de la clase media”, agregó Zamarini y cerró: “Cuando vienen estas crisis no hay que escaparse, hay que dar la cara, porque la gente fue la que decidió el fin de la era de Menem y el comienzo de otra etapa”.
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