La justicia concedió la prisión preventiva a tres personas por el asesinato del gendarme Gustavo Elorrieta, quien estuvo desaparecido varios días y luego fue encontrado muerto en una zona rural de Roldán. Tras la audiencia imputativa llevada a cabo este martes en el Centro de Justicia Penal a su ex esposa y dos amigos de su hijo (menor de edad) por el crimen, desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) dieron a conocer que la víctima fue drogada y luego asesinada a mazazos.
Adrián Spelta, el fiscal del caso, señaló que la principal hipótesis es que se trató de un plan macabro que se diseñó por lo menos desde junio para terminar con la vida de Elorrieta. Es que el gendarme comenzó otra relación con una mujer de Buenos Aires en abril de este año, lo que motivó a su ex, su hijo y allegados del menor a planificar el homicidio, que se concretó entre el 10 y 12 de julio cuando la víctima viajó a Roldán con motivo de visitar a sus hijos.
Sin embargo, el investigador judicial aclaró que se siguen otras líneas que podrían haber motivado el homicidio. En ese sentido, aseguró que “faltan analizar algunos movimientos bancarios que podrían sindicar otra cosa”.
Los imputados son Mercedes Encina Flores (42), ex pareja de la víctima, Mario Luis Faetani (26) y Axel Galarza (18), estos dos últimos allegados del hijo menor de edad, que también está acusado del hecho pero su situación es tramitada en el Juzgado de Menores.
Los cuatro “lo habían planificado por lo menos desde junio. Se encontraron en varias oportunidades. La esposa es la ideóloga de todo esto, juntó esta gente para cometer este hecho y en virtud de esta metodología dispusieron entre todos llevarlo a cabo el primer día que él (Elorrieta) llegaba a Roldán”, indicó Spelta.
En primer lugar, se presupone que lo que motivó al crimen es que el gendarme tomó la decisión “de dejar a la familia y formar otra en la Ciudad de Buenos Aires con una nueva pareja. Ellos se enteran de esto en junio y ahí planifican el homicidio”.
Elorrieta llegó a Roldán entre el 10 y 12 de julio para visitar a sus hijos, ya que por esos días tenía vacaciones de su trabajo como gendarme en Buenos Aires. En ese sentido, el fiscal aseguró que la víctima fue drogado y luego asesinado a golpes con una maza, una vez llegó a destino.
“Los golpes en el cráneo ocasionaron el fallecimiento. Lo han drogado con alguna sustancia que impidió la resistencia por parte de él. Es una persona que mide casi 2 metros y pesaba casi 130 kilos, de muy difícil ataque y que probablemente hubiese resistido”, aseveró.
Luego del crimen, los cuatro imputados descartaron el cadáver en un aljibe ubicado en la zona de Dorrego intersección con Camino de los Gauchos. Posteriormente, se deshicieron de la evidencia junto con el auto de la víctima.
“El descarte del cadáver fue durante las siguientes 24 y 48 horas del momento del homicidio, por eso hay rastros en determinado lugar y el auto con evidencia”, acotó Spelta.
