Crimen de Eduardo Trasante: confían que en la audiencia surjan “nuevas líneas de investigación”
La audiencia preliminar al juicio por el crimen del exconcejal rosarino, Eduardo Trasante, pasó a un cuarto intermedio hasta el 13 de octubre de forma presencial. Según fuentes oficiales, la postergación se debió «problemas de conectividad» en el encuentro, que se había iniciado pasadas las 8.30 vía Zoom. Son cuatro los imputados por el hecho, aunque ninguno como autor material ni intelectual.
“Comenzó la audiencia como estaba previsto y nos enteramos que se iba a realizar enteramente en forma virtual, lo cual violenta la garantía de publicidad que tienen los juicios. Pero antes de hacer cualquier tipo de planteo, el Juez Posma manifestó que entendía que una causa de esta envergadura y complejidad no podía no podía desarrollar su audiencia preeliminar por esta vía, no sólo por la cuestión de la publicidad sino que se trata de audiencias muy largas y las sesiones de Zoom se interrumpen, las conexiones son inestables y aún para decidir esto se cortó varias veces”, expresó, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Gabriela Durruty, abogada de la familia Trasante.
Asimismo, agregó que “la audiencia comenzó esta mañana a los fines de determinar cuándo y cómo se iba a realizar definitivamente la audiencia preeliminar y esperamos que sea definitivamente porque no esperábamos que sucediera esto. Con todo el desgaste psicológico y lo que significa para Carolina Trasante, que tambiéne estaba conectada por Zoom”.
En tanto, se refirió a los planteos de los abogados de los acusados: “A pesar de algunas oposiciones de las defensas, no es que se oponían que sea público, sino que pedían que se limite la cantidad de personas que se ingrese y a que se transmita por YouTube, particularmente la defensa de Rodríguez Granthon. Todas estas cuestiones se debatieron y lo que resolvió el juez fue realizarla el 13 de febrero a las 8.30 y que los imputados sean los únicos que se conecten desde las unidades penitenciarias, porque los fiscales plantearon las dificultades en cuanto a la seguridad. Tres de ellos están en Piñero y Rodríguez Granthon en el penal de Ezeiza”.
Respecto a los cuatro imputados, “lo han sido por el delito de homicidio doblemente calificado, porque consideramos, al menos desde la acusación privada, que hicieron aportes indispensables para que el hecho se realice de la manera que se hizo. Por tanto, todos son autores. La Fiscalía también acusa por homicidio, pero con un grado de acusación diferente”, sostuvo al Dra. Durruty.
“Nosotros lo que comprendemos es que se trata de cuatro personas que son responsables, y así lo vamos a probar en la audiencia, y ya está acreditado por eso presentamos la acusación, pero es verdad que falta dilucidar y ponerle nombre y apellido a buena parte del resto de los responsables, en los extremos: los autores intelectuales y los autores materiales”, amplió.
Sobre las sospechas del móvil del crimen, la abogada relató: “Desde un primer momento sostuvimos la hipótesis, que también plantea Carolina Trasante, la viuda, y ella habla de un “homicidio-mensaje”, por la forma en que se realizó y por la magnitud de la empresa criminal desplegada y de la logística que se necesitó. Recordemos que varios días antes, desde el Penal de Piñero se encarga el robo de un vehículo que fue pasando por diferentes manos, se fue vendiendo en el mercado ilegal; se ofrecen 500.000 pesos para realizar el trabajo. Y además se trata de una persona pública, un exconcejal, y que era un referente a la hora de hablar de la lucha contra la impunidad en nuestra ciudad. Por eso, entendemos que el móvil tiene que ver con dar un mensaje, atacando a quien pide justicia por las víctimas de la violencia en Rosario”.
Y se refirió a las imágenes de las cámaras que hay en la escena del crimen del exedil: “Varias cámaras localizan el automóvil, y en particular la cámara de un comercio, pueden dar cuenta que al menos dos personas, porque no son muy claras las imágenes, movilizándose en el vehículo, que luego es abandonado. Primero se lo puede ver pasando despacio por la puerta de la casa de Eduardo, se pueden acreditar las vueltas que dan, dónde estacionan, ahí se pierde, pero sí se sabe que fueron dos personas las que ingresaron al domicilio de Trasante”.
Sin embargo, “no fue posible determinar la identidad, inclusive, Carolina estaba adentro y no pudo hacerlo. Son situaciones extremas y pasan muy rápido y tiene un recuerdo muy vívido de cómo se fue desarrollando, pero no se ha realizado un reconocimiento más allá de algunas fotografías que se exhibieron en el primer momento en la Fiscalía”.
Consultada, si es el proceso que la familia Trasante está buscando, la Dra. Durruty comentó: “No es el juicio que queremos, pero es el que tenemos y en este momento la decisión es apoyarlo, trabajar para que estas personas sean condenadas y confiar que la publicidad de las audiencias orales, siempre terminan aportando nuevos caminos en la investigación o nuevos datos valiosos. Son 50 los testigos y suelen surgir muchos datos. Cómo no confiar que la pronta realización del juicio sirva para establecer, al menos, nuevas líneas de investigación”.
Finalmente analizó la presencia de dos menores durante el crimen y su participación o no en el proceso judicial: “Estuvieron presentes, pero presencian el juicio. Se trata de la hija de Carolina, que en ese momento tenía 11 años, y cuando se acerca a la puerta no abre porque no conoce a las personas, sube a la plata alta de la casa y sale Carolina, la viuda, a abrirles, y es a ella a quien sujetan y le piden que llame a Eduardo y apenas empieza a descencer de una escalera caracol se produce el crimen. No iba a poder aportar nada y era una revictimización innecesaria”.
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