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viernes 29 de marzo del 2024

Crece la cantidad de remises truchos y la cifra de remisiones ya superó a las de 2018

Según datos del municipio se secuestraron hasta septiembre un total de 701 unidades. Uno de los lugares críticos son las inmediaciones del casino de la ciudad.

Hasta septiembre de 2019 se secuestraron 701 unidades mientras que la cifra total de 2018 fue de 683 vehículos. En tanto, a partir del ingreso de agentes municipales a la dársena del casino de Rosario, se logró menguar la actividad clandestina en el lugar. “La condición irregular de estas unidades y de sus choferes precarizados contradicen las normas y promueve un tránsito inseguro”, indicaron desde la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana municipal.

Según datos oficiales, en lo que va del año, se superó el número de remisiones de remises ilegales al corralón, en relación a los traslados efectuados en 2018. Se trata de unidades de alquiler que no reúnen las condiciones de seguridad vial que ordenan el tránsito urbano y que, en consecuencia, ponen en riesgo tanto a choferes como a pasajeros. Los secuestros se llevan adelante en el marco de un protocolo de actuación con características particulares.

Entre enero y septiembre de 2019, 701 remises clandestinos fueron trasladados al depósito municipal mientras que a lo largo de 2018 el número total fue de 683 unidades. “Podemos señalar que en los últimos años se ha multiplicado la remisión de este tipo de vehículos en la ciudad teniendo en cuenta que en 2016 se trasladaron al corralón 108 vehículos y 309 en 2017”, precisó Guillermo Turrin desde la Secretaria de Control. De acuerdo a los datos oficiales, en enero de este año, se secuestraron 63 vehículos, en febrero 52, en marzo 46, en abril 106, en mayo 111, en junio 81, en julio 123, en agosto 61 y en septiembre 58.

“Gracias a una serie de reuniones llegamos a un acuerdo que habilitó las acciones preventivas y de control del Estado municipal en esta área de conflicto, con resultados satisfactorios”, evaluó Turrin sobre la zona del casino, donde este tipo de practica es frecuente.

“El objetivo de este tipo de intervenciones es prevenir y controlar la circulación de unidades por fuera de la norma, que carecen de habilitación, que no cuentan con controles técnicos ni cobertura de seguro, y cuyos choferes no están registrados», sostuvo el funcionario y agregó al respecto: “Todas estas condiciones irregulares ponen en riesgo tanto a los trabajadores como a los pasajeros, promoviendo en consecuencia, condiciones inseguras de traslado en la ciudad”.

Por su parte, el director de Fiscalización de Transporte del área de control municipal, Claudio Rosa, explicó que existe un protocolo de actuación en la materia a fin de ordenar los procedimientos. “Los agentes piden la detención de los vehículos, se les exige a los conductores la documentación obligatoria para circular y en este marco es cuando se detecta si la unidad está funcionando como coche de alquiler ilegal. Otro dato concluyente es la existencia de un pasajero a quien se le pregunta por su presencia en el auto y qué vínculo tiene con el conductor. En este punto se logra determinar, en general, que se está frente a un traslado no reglamentario”, indicó.

Según mencionó, siempre se procede a decirle al chofer que se va a realizar una requisa con personal policial dentro del rodado para verificar que existen elementos de prueba de la actividad ilegal. Si luego de todos estos controles se detecta la falta se procede a labrar las actas al chofer y al titular por realizar este servicio sin habilitación. “Puede pasar que dicho vehículo esté habilitado en otra comuna pero que levante pasajeros en el ejido urbano de la ciudad de Rosario, pero la falta se configura igual, por lo que se procede de la misma forma”, advirtió.

Los vehículos se remiten al corralón con actas de secuestro labrada y de comprobación originales, elementos probatorios de la actividad, informe con copia y el vehículo precintado. En todo momento el operativo tiene que ser monitoreado con el supervisor en el lugar, quien tiene que firmar y aclarar firma en los informes y planillas del operativo. Una vez que el vehículo está depositado en el corralón, del mismo se retira copia del informe con el recibido firmado por el personal. En tanto, al pasajero se lo invita a seguir viaje en un taxi legal –el costo es absorbido por las cámaras de titulares de taxis de Rosario– el chofer debe salir del remis «trucho» al que se lo acarrea al corralón. Por su parte, el personal actuante secuestra elementos que prueben la actividad ilícita como, por ejemplo, equipos de comunicación o planillas de servicios y tarifas.

Finalmente, el Tribunal de Faltas dispondrá, posteriormente. las sanciones económicas tanto para el conductor como para el titular de la unidad. El año pasado, el Concejo aprobó un endurecimiento de las penalidades a los denominados remises truchos. De esta forma, se prevé una “multa de entre 200 y 500 unidades fijas (UF) –cada unidad fija equivale a un litro de nafta especial en el mercado– al titular registral o responsable del vehículo que bajo cualquier concepto transporte o ceda a un tercero el vehículo para transportar personas en forma onerosa cualquiera fuera su número, realizando un servicio público en automóvil sin el correspondiente certificado de habilitación». A los choferes que sean detectados, se los penará con multa de 75 a 150 unidades fijas y con inhabilitaciones de 60 a 180 días, en la utilización de su licencia de conducir.

Además de las intervenciones en la vía pública, algunas remisiones surgen de denuncias efectuadas por ciudadanos al Sistema Único de Atención Ciudadana (SUA). La gran mayoría de los autos ilegales pertenecen a remiserías clandestinas, muchas ubicadas fuera del ejido urbano local. En caso de identificarse el local se da intervención a la Guardia Urbana Municipal (GUM) que se encargará de su clausura.