Un estudio realizado recientemente en el Hospital Universitario de Frankfurt (Alemania), alerta sobre una alta prevalencia de secuelas cardiacas post-infección por Coronavirus.
La investigación, que incluyó a 100 pacientes recuperados de COVID-19, demostró compromiso cardíaco en el 78% de ellos, así como inflamación miocárdica en curso en el 60%.
“Esto es independiente del grado de severidad de enfermedad aguda, lo cual deja en evidencia la necesidad de estudio y seguimiento cardiovascular en todos los pacientes recuperados”, explica el Dr. Carlos Reguera, médico cardiólogo, Jefe del Área de Medicina Preventiva y Cardiología de INEBA.
Entre las afecciones cardiovasculares más frecuentes se encuentran: miocarditis, pericarditis, derrame pericárdico, arritmias, tromboembolismo venoso, insuficiencia cardíaca e infartos (patologías que incrementan la probabilidad de desencadenar muerte súbita).
“La enfermedad causada por este virus, continúa originando una eminente morbimortalidad en el mundo. Los informes de pacientes hospitalizados sugieren que el COVID-19 afecta de manera objetiva el sistema cardiovascular, aunque el impacto a futuro es desconocido”, explicó Reguera.
El estudio incluyó la realización de resonancias magnéticas cardiaca con gadolinio y análisis de sangre con Troponina T de alta sensibilidad y Proteína C Reactiva.
La Troponina fue positiva en el 76% de los pacientes (marcador que indica daño miocárdico). También se valoró la función ventricular (sensible más baja en los pacientes positivos).
Por otra parte, tomaron biopsia endomiocárdica en pacientes con hallazgos graves, las cuales revelaron inflamación linfocítica activa (miocarditis relacionada a COVID-19).
Aunque aún no se pueden determinar los efectos sobre la salud a largo plazo de estos descubrimientos, varias de las anomalías descriptas se han relacionado previamente con un peor resultado en las miocardiopatías inflamatorias.
Resultados del estudio
“Los resultados del estudio proporcionan información sustancial sobre la prevalencia de afectación cardiaca. Esto denota la necesidad de estudiar a todo paciente que desee retomar el ejercicio luego de ser afectado por COVID-19. Si bien, en cualquier momento de nuestra vida iniciar actividad física sin control supone un riesgo para la salud, en este tipo de pacientes mucho más. Es de buena práctica asistir a un chequeo médico para minimizar riesgos”, comenta el especialista, quién, además, detalla los controles a tener en cuenta.
Controles de rutina
“Un buen control de salud comienza siempre en la consulta médica con el examen físico. Consecuentemente, debemos pensar que estudios complementarios aplican para cada caso en particular (análisis de sangre, ecodoppler cardíaco, electrocardiograma, holter, resonancia cardíaca, entre otros)”.
“Hoy más que nunca, es imperioso ser cautelosos a la hora de iniciar la actividad física. Actualmente, están asistiendo a los consultorios pacientes recuperados de COVID-19, evaluar su capacidad cardiopulmonar es crucial para retomar la práctica segura de ejercicios”, concluye el cardiólogo.
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