El investigador del Conicet y docente de la UNR, Ernesto Kofman, analizó el panorama epidemiológico en Rosario, que en las últimas semanas registró una baja en la cantidad de casos de coronavirus. «Tenemos chances de llegar a fin de año con 20 o 30 casos por día», afirmó, aunque supeditó ese estado de cosas al mantenimiento del nivel de contacto social del mes de octubre.

En el marco de una entrevista al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Kofman señaló que la tasa de letalidad en Rosario- que acumula mil fallecidos-, de acuerdo a los últimos datos, es del 2,8 por ciento, en consonancia con los números a nivel nacional. De todos modos, aclaró que los muertos son, en realidad, más, dado que resta cargar los datos de las últimas semanas.

Sobre las probabilidades en torno a que se concrete una segunda ola de infecciones, el docente diferenció la situación rosarina de la de Europa. «Acá lo que pasó es distinto que en Europa, porque se contagió gran parte de la gente. En Europa la primera curva bajó en marzo por una cuarentena estricta que llevó los casos casi a cero. Lo que tuvimos nosotros es un nivel de inmunidad en la población mayor al que había logrado Europa en ese momento, al precio de estos mil fallecidos o más».

En ese sentido, puntualizó en la falta de precisiones respecto de las probabilidades de reinfección. «Hay algo que todavía no se sabe, que es la posibilidad de reinfección, o sea cuánto tiempo dura la inmunidad de quienes se contagiaron. No está claro porque todavía no hay tantos reinfectados como para estimarlo. Si no hubiera posibilidad de reinfección o fuera muy baja y no se descontrola todo en cuanto a las actividades, no deberíamos tener una segunda ola».

Por qué bajaron los casos

El docente consideró que «los casos están bajando porque se contagió mucha gente, pero estamos lejísimos de una inmunidad de rebaño, años luz». Sobre ese punto, se extendió: «Hay un porcentaje importante de la población más activa que se contagió, eso es lo que explica que baje la curva, el resto de la gente se está cuidando y hay muchísimas actividades restringidas. Si volviéramos hoy a la vieja normalidad, esto sube de nuevo», remarcó.

Por otra parte, enfatizó en la necesidad de extremar las medidas de prevención, independientemente de pertenecer o no a un grupo de riesgo. «Tenemos que cuidarnos todos. Es muy difícil pensar en aislar a un solo sector de la población. Hay muchísimos hogares en los cuales conviven población de riesgo con población joven, sobre todo en los sectores más vulnerables. Hay que apuntar a que nadie se contagie», explicó.

En tanto, consideró que la cercanía de Capital Federal con Rosario, si bien influyó en el comienzo de la enfermedad, no fue el factor determinante en la proliferación de casos. «Acá cuando empezó (la pandemia) no se tomó prácticamente ningún tipo de restricción. Habíamos vuelto en mayo, junio y julio a esa especie de nueva normalidad por los pocos contagios y cuando empezaron a crecer exponencialmente nos quedamos prácticamente con las mismas reglas y haciendo las mismas actividades».

En esa línea, comparó las decisiones gubernamentales locales con las de Buenos Aires. «Buenos Aires tuvo un pico con muchos menos casos que Rosario en relación a la población, con entre 1500 y 1600 casos por día. Nosotros estuvimos ahí nomás y ellos tienen el triple de población ¿por qué? Porque llegaron a esos casos con muchas más restricciones».

Fin de año

Finalmente, Kofman, que insistió en el mantenimiento de las medidas preventivas, realizó una proyección de lo que podría ocurrir a fin de año en la ciudad. «Si mantuviéramos el nivel de contacto social del mes de octubre, es esperable llegar con 20 o 30 casos por día a fin de año. Esa sería otra etapa de la pandemia, que se puede manejar. No necesitás que la gente se cuide tanto porque podés solamente aislar a las personas que están infectadas y a sus contactos», destacó, lo cual implicarí cortar con la ciruclación comunitaria.

Con todo, concluyó que «todavía tenemos chances. El tema es que si empezamos a relajarnos, eso puede no pasar. Si se mantienen las restricciones vamos a estar por debajo de 50 casos, pero basta salir a la calle para ver que estamos muy relajados».