Coronavirus: cómo se realizó el traslado con cadena de frío de la vacuna Sputnik V por el país
Cámaras de frío con temperatura controlada, semirremolques especialmente acondicionados para productos biológicos refrigerados y cajas con placas eutécticas, son algunos de los equipamientos que requirió el operativo de almacenamiento y distribución de la vacuna rusa Sputnik V, que requirió el resguardo de las 300.000 dosis a -18°.
La llegada a fines de diciembre de la vacuna contra el coronavirus requirió a la empresa Andreani, encargada de las distintas etapas de la logística, poner a disposición todo el equipamiento de cadena de frío que ya se utilizaba con otros medicamentos delicados en el país.
«La vacuna del COVID-19 Sputnik V requiere ser refrigerada a temperaturas de entre -18° C y -20°C en las distintas etapas de su logística. Por eso acondicionamos la cámara de frío de nuestra Planta Avellaneda al igual que los semirremolques supercongelados en los que se transportaron», contó a Télam Lucas Capuano, director comercial del segmento Salud de Andreani, en una recorrida por las instalaciones.
El operativo comenzó con la recepción de las 300.000 dosis desde el aeropuerto de Ezeiza provenientes de Moscú, donde el personal especialmente capacitado se encargó de transportar los 56 thermopallets de vacunas en 3 semirremolques especialmente acondicionados para productos biológicos refrigerados a una temperatura de entre -18° y -30°C, hacia la planta de operaciones logísticas ubicada en Avellaneda.
Una vez en la planta, con medidores de temperatura calibrados y certificados, se verificó y registró que la carga cumpliera con las condiciones temperatura adecuadas y se ingresaron las vacunas en cuarentena al Sistema WMS de stock.
«El almacenamiento se hizo en una cámara de frío especialmente acondicionada a -20°C de temperatura, se almacenó y gestionó la información de stock de las vacunas recibidas. Una vez recibida la confirmación de organismos nacionales, se quitaron las vacunas de la cuarentena para avanzar en la preparación», explicó Capuano.
Para la distribución de las vacunas a las distintas jurisdicciones, las dosis fueron introducidas en 600 conservadoras de telgopor de 60 litros, refrigeradas través de 31 placas eutécticas congeladas por medio de hielo seco para garantizar la estabilidad térmica, que garantizan hasta 60 horas de autonomía.
Además, se introdujo en cada conservadora un DataLogger, dispositivo electrónico que comienza a registrar la temperatura de la conservadora desde el momento en que se introduce en la misma.
«Este dispositivo contribuye a tener trazabilidad y certificar que se han mantenido las condiciones de temperatura adecuadas durante todo el proceso logístico», aclaró Liliana Kuharo, Gerenta de Aseguramiento de la Calidad y Asuntos Regulatorios.
Andreani brinda un servicio de logística para laboratorios y trabaja normalmente con productos farmacéuticos especiales como medicamentos oncológicos, de enfermedades raras o de medicina de innovación, que requieren un mayor cuidado en las temperaturas.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión