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martes 23 de abril del 2024

Consejos para vencer la ansiedad y dejar el tabaco

Uno de los puntos de vista más habituales con respecto al fracaso de los planes para dejar de fumar tiene relación con la ansiedad. Puede ser que la persona sea ansiosa por naturaleza pero también la abstinencia de algunas sustancias deja más en evidencia el nerviosismo, la ansiedad y la irritabilidad, producto de la exigencia que aparece al querer abandonar el tabaco.

Hay muchos factores que sostienen el hábito de fumar. Por ejemplo los que tienen relación con el medio ambiente en el que hemos crecido y los paradigmas de los permitidos que en general están asociados a lo que vimos hacer a nuestros padres más que a lo que ellos decían que había que hacer. Si los padres fuman, es probable que fumemos en algún momento de nuestra vida.

También están las antiguas historias familiares vividas que se transforman en factores genéticos heredados. Ahora se sabe mucho más sobre el modo en que aquellas experiencias vivenciadas por los abuelos, además de la madre y el padre incluso antes de formar una familia, están activas en el ADN del niño que nace. Y eso incluye a las adicciones familiares.

El factor de la propia personalidad y el manejo de la ansiedad en uno de los que más influyen. En cada uno de nosotros confluyen distintas sub personalidades y entre todas ellas está “el ansioso”.  Así, esa parte de nuestra personalidad puede tender a buscar apoyo en distintos tipos de adicciones que van desde la comida al tabaco o a diferentes sustancias.

En cada momento del día, y mientras distraídamente hacemos nuestras tareas cotidianas,   tomamos una cantidad increíble de decisiones. Con algunas nos demoramos más, otras las decidimos en forma inmediata y por raro que parezca hay una pequeña parte que puede ocupar un enorme espacio en nuestra vida: ellas son las decisiones involuntarias producto de la adicción. Estas acciones inconscientes no nos permiten llegar con éxito a nuestra meta de dejar de fumar.

La imagen de órganos destrozados en la marquilla puede no ser del todo convincente. Hay una tendencia a pensar que eso que le paso a esa otra persona jamás me va a pasar a mí.

Lo mismo ocurre con el tema económico, aun aumentando los impuestos al cigarrillo, se siguen vendiendo y aunque la persona sabe o fantasea con  lo que podría hacer con el dinero que se está fumando, lo sigue comprando.

Pero, ¿qué pasa cuando alguien deja de fumar? Puede estar feliz porque huele mejor, está más saludable, no se siente cansado y respira mejor, ya no tose y percibe inmediatamente muchos cambios en el físico y beneficios espectaculares.

Pero lo especialmente destacado en esta lucha personal contra la adicción es que al vencerla se recupera una cantidad de poder que estaba en manos de la adicción, en este caso, del cigarrillo. Al dejarlo la persona se siente poderosa! Lo ha logrado! Ahora se tiene a sí misma, ha recuperado su poder.

Para lograrlo es necesario armar una estructura que nos ayude en el proceso. Buscar como disminuir la ansiedad resulta de gran ayuda a la hora de dejar de fumar. Y en ese sentido la meditación aporta una cantidad de herramientas fantásticas para el manejo de la ansiedad, el control de estrés y la dirección de la voluntad.

Meditar es el entrenamiento de la mente. Por eso para esta cuestión en particular, lo primero es traer a la conciencia las razones internas que aparentemente justifican el hábito de fumar.

Para traer a la conciencia esa información, un buen ejercicio es hacer durante un día completo una lista de los motivos por los que se encienden cada uno de los cigarrillos fumados.

Prueba hacer esta lista anotando cada una de las razones y analízala al día siguiente.

Verás que le has entregado, pitada a pitada, una parte muy importante de tu poder personal al cigarrillo y que frente a él estas disminuido. El cigarrillo te controla.

Recuperar ese poder personal es fundamental para poner al cigarrillo en su lugar: lo más lejos posible.

La siguiente observación está en relación a la propia voluntad.

¿Hemos pensado en dejar de fumar? ¿Tratamos de lograrlo? Fallar en nuestra idea de dejar este hábito muestra que no logramos dirigir la propia voluntad en la dirección deseada. Habrá que trabajar la voluntad. Aprender a enfocarse.

Con la meditación podemos lograr ambas cosas: entrenar la conciencia en cuanto al manejo del estrés y la ansiedad, focalizando la atención y dirigiendo la mente hacia la meta.

Estas son algunas herramientas que puedes usar para dejar de fumar:

* Trata de no tener cigarrillos a mano.

Ya que fumar es una de las actividades automáticas que se realizan en momentos de estrés o ansiedad oral, puedes verte a ti mismo buscando los cigarrillos ahí donde estaban habitualmente. Sácalos delos ambientes donde circulas.

Visualízate como un ser libre.

Utiliza las técnicas de visualización para crear una nueva visión de ti mismo libre de adicciones y en pleno uso de tu voluntad consciente.

* Aprende a respirar como método para reducir la tensión.

Tres inhalaciones y exhalaciones hechas con atención plenamente puesta en el acto de respirar, alcanzarán para cambiar el estado mental y emocional. Prueba y verás.

* Explora tu interior.

No des nada por sentado y permítete el cambio. Enfocándose en el propio espacio interno  encontramos sentido y plenitud, comienza a meditar y logra esto y mucho más.

* Usa solo metas en tiempo presente.

Abandona el “para siempre”, solo tenemos el ahora y tu decisión cuenta ahora mismo. Piensa fuertemente: Este momento lo vivo sin fumar! Y mantenlo durante todo el día.

* Prémiate.

Regálate pequeños incentivos para que tu niño interno este feliz. Recuerda que fumar no deja de ser una cuestión enlazada con la etapa oral de la niñez. Un caramelo o una fruta suelen alcanzar.

* Muévete si estás ansioso.

Hay energía extra en el cuerpo, no la acumules. Permite que esa energía circule trayendo más salud. Sal a caminar o a hacer deporte si estás ansioso o irritable.

* Dibuja, haz garabatos.

Mantente entretenido mientras hablas por teléfono haciendo dibujos, recuerda tener a mano papel y lápiz para esos momentos.

* Pinta mandalas.

Entra en estados de profundo relax sin necesidad de nada más, simplemente pintando mandalas.

* Haz algo mientras esperas.

Lleva un libro para leer o juegos para hacer mientras esperas. O registra eso que te pasa, escribe lo que estás sintiendo.

* Siente tu poder personal.

Registra desde cuando estas trascendiendo esta cuestión y escribe afirmaciones positivas en distintos lugares de la casa que te recuerden lo bien que vas.