La licenciada en Psicología Marcela Ortiz afirma que “es posible lograr un peso saludable sin sufrimiento, solo se tratar de enfocar la mente en un objetivo”.
“Influye mucho lo que pensamos mientras estamos comiendo y la mejor forma de controlar el hambre es teniendo una alimentación consciente” agrega.
Comer por emociones
“Muchas veces comemos porque nos sentimos frustrados o tristes pero es importante tener en cuenta que si generamos una lucha con nuestro propio cuerpo, el cuerpo se frustra y no baja de peso” agrega la licenciada.
Daniela Cepeda, del Centro terapéutico Enthera sostiene que “las emociones nos han marcado para encontrar en la comida un refugio. Nuestra madre es la primer figura que nos define el vínculo con la comida”.
“La comida y el amor tienen un vínculo que se mantiene a lo largo del tiempo. Lo primero que debemos hacer para mejorar nuestra relación con la comida es buscar el amor de nuestra madre y refugiarnos en él, es decir, tratar de mantener una buena relación por más que seamos adultos”.
3 ejercicios para manejar el hambre
- Para registrar el hambre: colocar la palma derecha en la boca del estómago, conecto conversación real en mi cuerpo de hambre y pregunto de qué tengo hambre mi cuerpo.
- Para reconocer nuestros miedos: sentarse en un espacio seguro y conversar con nosotros mismos acerca de nuestros temores.
- Registrar antojos: seleccionar los alimentos a conciencia y poder identificar desde que emoción estoy eligiendo los alimentos. A veces comemos por ansiedad, aburrimiento, placer, angustia, enojo, etc.
La importancia de cultivar el amor propio
Cepeda agrega “que es importante fortalecer el auto reconocimiento y el amor propio. Los medios pueden ser psicoterapia, talleres, leer un libro, cambiar patrones de pensamiento”.
“Para ello es importante aceptar nuestra propia imagen y luego trabajar el reconocimiento” concluye.
