Los sentimientos de ansiedad, impotencia y dolor están aumentando a medida que las personas se enfrentan a un futuro incierto así como la calidad del sueño, visión deteriorada y dolores musculares.
Problemas en los ojos
Pasamos más de 7 horas por día delante de las pantallas, ya sea celular, televisor, computadora o tablet. Es decir, casi el 30% frente a dispositivos electrónicos. Rogelio Ribes Escudero, médico oftalmólogo, especialista en córnea y superficie ocular explicó que los efectos producidos por estos equipos en los ojos se pueden dividir en tres: los que acontecen en las lágrimas y superficie ocular, los producidos por la luz emitida y los que repercuten en los lentes propios de los ojos.
Dolores musculares
El aumento del trabajo y la educación de forma remota llevó a que muchos tengan que realizar este tipo de tarea en sus hogares. En este contexto, el quiropráctico Marcelo Barroso Griffiths señaló que “las largas horas inactivas se hace muy difícil que la columna mantenga una tonicidad normal, en cuanto a sus músculos y en cuanto a sus formas”.
Alteraciones en el sueño
“Hay dos grandes factores: hay más insomnio debido a la reducción de la actividad física y más trastorno de ritmo circadiano, es decir cuando se corren los ciclos del sueño«, dijo Susana Levantini, especialista en sueño, del Instituto Fleni.
En este contexto, la especialista explicó que ambos problemas traen consecuencias a corto y a largo plazo: “Estar privado de sueño puede traer dificultades en el control de los impulsos, irritabilidad, baja tolerancia, sentimientos de desgano, falta de motivación, poca concentración, dificultad en la memoria entre otros”.
Problemas psicológicos
Algunos de los sentimientos más encontrados en este aislamiento social son miedo, incertidumbre, ansiedad, depresión, entre otros, que son los que más atormentan a la población a más de 30 días de haber comenzado el encierro.
Los estudios también han demostrado que la soledad puede activar nuestra función de lucha o huida, causando inflamación crónica y reduciendo la capacidad del cuerpo para defenderse de los virus.
“Lo primero que hay que tener en cuenta es que la cuarentena es un desafío. Los pocos estudios previos sobre psicología y cuarentena plantean que es una elección entre la infección o la alteración psicológica que se pueden agravar en una persona, producto del encierro. Por ende hay que pensarlo como el mal menor si se tiene en cuenta el contexto de pandemia”, dijo el doctor Martín Etchevers, profesor a cargo de la materia Clínica Psicológica y Psicoterapias: Emergencia e Interconsultas.
Problemas en la alimentación
En muchas ocasiones la cuarentena puede significar una situación estresante para muchos en donde la comida puede ser una de las formas más fáciles para levantar el ánimo y sentirse mejor.
“En este momento tan particular que estamos atravesando es importante incentivar una alimentación saludable. De este modo, las personas deben pensar sus menúes basados en una alimentación adecuada, armónica y de buena calidad nutricional, es decir, que tenga todos los nutrientes necesarios para reforzar todo lo que podamos el sistema inmune”, dijo Diego Querze, jefe de Nutrición en enfermedades neurológicas del Instituto Fleni.
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