En otro año particular en todo el mundo, donde el coronavirus sigue generando problemas (especialmente en Sudamérica) la Conmebol confirmó esta mañana que las finales de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana este año se jugarán en el mismo estadio: el Centenario de Montevideo. La decisión tuvo mucho que ver con la buena proyección que tiene Uruguay en materia sanitaria de cara al mes de noviembre.
De esta manera, tras la reunión que mantuvo esta mañana el consejo de la Conmebol se ratificaron las fechas del sábado 6 de noviembre para la final de la Copa Sudamericana y el sábado 20 para la final de la Copa Libertadores.
«Por las circunstancias excepcionales causadas por la pandemia de COVID-19 y buscando las mejores condiciones sanitarias posibles, el Consejo adoptó la decisión ante todo considerando la situación de la epidemia proyectada para noviembre. En este sentido, Uruguay prevé vacunar a un alto porcentaje de su población para julio, lo que colocaría a este país entre los más seguros del continente en las fechas programadas para las finales», explicó la Conmebol en el comunicado oficial.
¿Finales con público?
A seis meses de las definiciones de los torneos continentales de este año, en Uruguay no descartan que si logran la inmunidad de la población a partir del plan de vacunación que llevarán adelante en los próximos meses, los partidos se jueguen con una buena cantidad de gente. De hecho, Conmebol marcó la capacidad como uno de los motivos de la elección: «Las características del estadio Centenario, verdadero ícono del fútbol mundial, permitirían la presencia de una considerable cantidad de espectadores», manifestaron.
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