Un detenido por integrar la banda liderada desde la cárcel por Alejandro Isaías «Chucky Monedita» Núñez fue condenado este jueves por la mañana a 4 años de prisión efectiva como miembro de la organización. En un juicio abreviado, el juez José Luis Suárez condenó a Abel Bertoni como parte de una asociación ilícita agravada por la participación de un menor de edad.
El imputado, según la condena, se encargaba de acompañar a un sicario de Chucky en la ejecución de balaceras. Aunque no se ocupaba personalmente de disparar contra los objetivos, «hacía de conductor y luego escondía los vehículos, ocultaba en su domicilio armas de fuego utilizadas por la banda y conseguía municiones», señala la condena.
Bertoni fue condenado la mañana de este jueves por haber formado parte de una asociación ilícita dedicada a la comisión de delitos contra las personas, las propiedades, la administración y la seguridad pública en Rosario y sus alrededores, “con el objetivo de ocupar y dominar barrios y excluir a otras bandas para obtener beneficios económicos producto de diversas actividades ilícitas”. Para ello, tal como se plantea en la condena, la banda llevaba a cabo homicidios, amenazas, robos, lesiones, encubrimientos, abuso de armas y venta ilegal de estupefacientes.
Según el acuerdo abreviado al que llegaron el fiscal Pablo Socca y el defensor David Villada, Bertoni era una de las personas de confianza de Jonatan Alejandro Ribles, uno de los sicarios que actuaba bajo las órdenes de Chuky Monedita y que el 28 de octubre de 2020 fue detenido portando dos pistolas 9 milímetros en una moto con pedido de secuestro. Del celular de Ribles se pudo obtener información que daba cuenta de la existencia de una organización criminal cuya jefatura ejercía Chuky mientras estaba detenido en la unidad 11 de Piñero.
El rol que se le atribuyó a Bertoni en la banda es el de haber acompañado a Ribles en la comisión de balaceras, sin ocuparse de disparar personalmente contra los objetivos. En enero pasado había sido condenada Carolina Tedesco, de 37 años, como encargada de un búnker de drogas de la zona norte. Considerada uno de los eslabones más bajos de la organización, obtuvo tres años de prisión condicional porque se tuvo en cuenta a su favor que carece de antecedentes penales y además es sostén de hogar con tres hijos menores a cargo.
Por conformar la banda fue acusada una decena de personas a las que se le asignaron distintos roles dentro del organigrama dirigido por Chucky desde la cárcel. Según la acusación, desde allí ordenaba «atentados con armas de fuego contra diferentes personas e integrantes de bandas rivales», además de administrar la mano de obra, el uso de armas «de alto poder ofensivo» y autorizar el pago a miembros de la organización y la administración de búnkeres.
