Con olor a fin de ciclo: Central fue pura impotencia y perdió con justicia ante San Lorenzo
Central cayó con justicia ante San Lorenzo en una noche accidentada en el Nuevo Gasómetro. Los del Kily González cometieron los habituales errores infantiles y se la hicieron fácil a un Ciclón que venía de un andar irregular. Di Santo y Ángel Romero marcaron para los de Davobe. Sobre el final se desató un escándalo producto de la impotencia de los jugadores canallas. Vecchio y Blanco terminaron expulsados.
El elenco auriazul visitó el Nuevo Gasómetro con la premisa de conseguir los tres puntos para tener chances de clasificar a la siguiente fase de la Copa de la Liga Profesional. Desde el arranque, el local asumió el protagonismo y presionó en la salida de Central. Sin embargo, los del Kily tuvieron dos jugadas claras para abrir el marcador: primero en los pies de Lautaro Blanco tras una buena jugada individual de Torrent y luego en los botines de Marinelli, que desperdició una chance clave para ponerse en ventaja.
San Lorenzo respondió con Di Santo, que entró solo al área tras un error defensivo y definió apenas desviado. Sin embargo, a los 37 de la primera mitad, el delantero tuvo una segunda oportunidad tras una pelota detenida generada por un error del juvenil Tanlongo.
El goleador del Ciclón otra vez entró en soledad, a espaldas de Gamba, y marcó el primero para los de Davobe.
En la segunda mitad, Central intentó dominar el juego y llevar peligro, pero le faltó mucho para inquietar al local. El complemento transitó entre aproximaciones peligrosas de ambos equipos, pero para las más claras eran para el Azulgrana y solo Jorge Broun sostenía la segunda caída de su valla.
Para el final, llegó lo peor de un equipo desdibujado. Los jugadores auriazules fueron pura impotencia y empezaron a levantar el pie con violencia, hasta que se desató una bataola entre los futbolistas. En ese rejunte de empujones, Vecchio, que había sido el más claro de su equipo, vio la segunda amarilla y terminó expulsado.
Pocos segundos después, tras la reanudación de un juego que también había sido detenido porque el Kily González protagonizó una pelea con trabajadores del cuerpo técnico de San Lorenzo, Lautaro Blanco vio la segunda amarilla por un manotazo sin sentido y también se fue expulsado.
El segundo y último gol de San Lorenzo, en los pies de Ángel Romero, fue apenas una anécdota a otra tarde noche negra para los del Kily González.
Rosario Central cosecha apenas 9 puntos de 24 en juego, y si se suma la escandalosa eliminación ante Boca Unidos, el entrenador no logra encontrar un equipo que de seguridad y su figura al frente del primer equipo queda cada día más desdibujada.
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