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viernes 26 de abril del 2024

Cómo tratar la transpiración excesiva

Especialistas en Dermatología definen a la hiperhidrosis o transpiración excesiva como “un trastorno del sistema nervioso autonómico que se caracteriza por la sudoración excesiva”.

Afecta habitualmente una parte en particular del cuerpo y de manera simétrica, es decir que lo que ocurre en un miembro de un lado del cuerpo, también ocurre en el otro. Suele presentarse en las palmas de las manos, las axilas, los pies o la cara, que es donde existe mayor cantidad de glándulas sudoríparas.

De acuerdo con los especialistas de Fundación Favaloroes una enfermedad que afecta a millones de personas alrededor del mundo, con una incidencia estimada en el 3% de la población mundial”.

Según el Centro Argentino de Hiperhidrosis y Eritrofobia “la preocupación constante sobre como las demás personas reaccionarán al contacto de unas manos mojadas o al observar la ropa mojada, o la vergüenza y frustración de sonrojarse en situaciones sociales crea problemas en el contexto social, en el trabajo, con amigos y conocidos”.

Las personas que padecen este trastorno sienten vergüenza pero son conscientes que es algo que los excede, es decir, no pueden controlar el grado de transpiración porque este mecanismo actúa involuntariamente.

La hiperdrosis puede ser primaria o secundaria. La primaria suele comenzar en la infancia o en la adolescencia. Se caracteriza por una respuesta exagerada de las glándulas a estímulos que pueden originar el sudor como el stress emocional, el calor o el esfuerzo físico.

La secundaria, ocurre como consecuencia de problemas de tiroides, diabetes, obesidad o cambios hormonales como la menopausia.

Con respecto a los tratamientos, Fundación Favaloro destaca tres procedimientos: toxina botulínica, medicamentos y procedimiento quirúrgico.

La toxina botulínica tipo A se inyecta en la zona aplicada y disminuye la sudoración ya que bloquea los mensajeros químicos que median la sudoración en la piel. Si bien también es efectiva en secar las zonas en las que se aplica, sus efectos no son duraderos en el tiempo y resulta necesario repetir las aplicaciones.

Existen medicamentos que disminuyen la sudoración excesiva. Cuando se ingieren actúan sobre las glándulas de todo el cuerpo y disminuyen la producción de sudor. Sin embargo, pueden presentar contraindicaciones.

Finalmente, la cirugía es una alternativa válida en el tratamiento de la hiperhidrosis ya que termina con la sudoración de manera definitiva en más del 95% de los casos. El procedimiento se efectúa mediante la asistencia de videotorascopía (VATS).