El running ha cobrado mayor popularidad durante los últimos años. Es un deporte que no requiere una gran inversión y se puede practicar en cualquier momento del día. Además, está comprobado que al estimular la liberación de endorfinas combate la depresión y mejora el estado anímico de las personas.
Reaccionan por un mecanismo en nuestra hipófisis y riñones. Básicamente, en cuanto se detecta que bajó el nivel de agua en cañerias se activa el mecanismo de cerrar compuertas y recuperar sales para atraer el agua por osmosis.
La licenciada en nutrición Carolina Rieger, ha escrito recientemente un artículo al respecto y detalla cuáles son las principales hormonas que intervienen en este deporte.
Las hormonas principales del Running
- Hormona de Crecimiento: Aumenta el consumo de grasas en el ejercicio aeróbico. Su efecto puede llegar a durar varias horas post actividad.
- Cortisol: Estimula la gluconeogenesis. Convierte los gases circulantes en glucosa para conservar las reservas transformando a costo moderado las grasas en glucidos.
- Glucagon, Adrenalina y Noradrenalina: Son responsables de abrir la caja fuerte del higado y los grandes músculos para liberar glucosa (energía) a la sangre.
- Aldosterona y vasopresina: se ocupan de retener el sodio para atraer el agua dentro de los vasos y conservar una presión constante.
Hay muchas hormonas más, como las hormonas tiroideas por ejemplo, pero no son tan llamativos ni inmediatas las modificaciones bioquímicas que producen.
La insulina
Es una hormona anabólica a diferencia de las anteriores.
Estimula el incremento de reservas y es un «extractor» de la sangre de la glucosa y la lleva a los tejidos. Es por eso, que cuando corremos tiende a «apagarse» ya que necesitamos el azúcar circulante para poder generar energía y seguir moviendonos. También su disminución hace que el higado rompa sus reservas.
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