Los debates presidenciales serán el domingo 1° y el 8 de octubre, en Santiago del Estero y la Ciudad de Buenos Aires, respectivamente, ambos a las 21 horas. Además, ya están confirmados cuáles son los temas sobre los que disertarán los candidatos que competirán por llegar a la Casa Rosada en las elecciones generales del 22 de octubre.
“La Cámara Electoral tiene la responsabilidad por ley de llevar adelante este debate presidencial la misma ley dice que será asistida por un consejo asesor de integración plural y al cual concurren organizaciones de la sociedad civil. Está la Asociación Conciencia, CIPPEC, Argentina Debate, Transparency International, yo estoy en representación también del colectivo público de la abogacía. Distintas personas y la tarea es discutir cuáles son los temas que se van a tratar en el debate y además cuál sería la dinámica del debate”, expresó, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, el Dr. Ricardo Gil Lavedra, abogado, juez e integrante del Consejo Asesor del Debate.
Asimismo, el ex ministro de Justicia, expresó: “Una vez culminada esta tarea, que terminó hace unos días, se les presentan esas conclusiones a los representantes de los candidatos y con ellos, la Cámara trata de llegar a un acuerdo sobre esa base”.
Respecto al armado del debate y el acuerdo de las temáticas, Gil Lavedra, señaló: “El Consejo Asesor había elegido 6 ejes temáticos y varios subtemas; los representantes de los candidatos los redujeron a 4, incluso con una diferente formulación y los otros dos sugirieron que los emitieran los ciudadanos. Nosotros nos habíamos propuesto que los ciudadanos efectuaran una pregunta directa a los candidatos, pero ellos prefirieron que en lugar de la pregunta directa escogieran otro tema más para cada una de las sesiones. Es decir que en cada una de las sesiones del debate va a haber 3 temas dos que ya están prefijados y el tercero que lo eligió la ciudadanía”.
Asimismo, precisó cuáles serán los temas en cada debate: “Para Santiago del Estero, Economía y Educación más Derechos Humanos y Fortalecimiento Democrático, y para la Facultad de Derecho de la Ciudad de Buenos Aires va a estar Seguridad, Trabajo y Empleo y además también Desarrollo Humano y Medio Ambiente”.
Respecto a la presencia de todos los candidatos, aclaró: “Todos lo han comprometido y todos firmaron de conformidad el reglamento de los debates, yo supongo que sí, hasta el último momento nunca se puede saber, pero yo entiendo que van a ir todos los candidatos”.
Cabe recordar que los debates fueron establecidos por ley, que también estipula sanciones en caso de no participar: “La sanción es la pérdida de los espacios televisivos, de radio y televisión de la pauta oficial. Y dejar también una silla vacía, dice la ley, el día del debate”.
Gil Lavedra también analizó la realidad política nacional. Respecto al debate de candidatos a vicepresidente, que tuvo lugar ayer a través de la señal TN, sostuvo: “Las reglas las puso obviamente el canal de televisión. Y fue más abierto que lo que va a ser el debate presidencial, es decir, que los candidatos tuvieron un espacio bastante grande para poder intercambiar libremente entre sí. En esos casos siempre aparecen recriminaciones, se alza la voz y muchas veces se pisan, porque todos hablan a la vez y eso parece que no es lo mejor porque la gente no entiende ni siquiera de qué están hablando de esta manera.
Y tuvo consideraciones sobre la importancia de estos debates para la democracia argentina: “Después de 40 años de democracia, nosotros hemos consolidado mucho la democracia política, es decir, elecciones libres y competitivas. Esto es mucho. Y también yo creo que está con alguna abolladura, pero que está vigente el consenso de Nunca Más, que es aquel que repudia la violencia política. Esto también es mucho, mirando sobre todo lo que ocurre en muchos otros lugares de la región».
Ahora bien, «hay una crisis de representación muy fuerte que se está viendo en estas elecciones y esto probablemente tenga que ver con el incumplimiento de las promesas que trae la democracia. Sobre todo porque el régimen democrático auspicia o promete que va a haber mejoras en la calidad de vida. Y esto, tras 40 años de democracia, ha sido una decepción. Esto no se ha visto. Esto acarrea, en muchos casos, cierta frustración, desánimo o hasta bronca”, concluyó.