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sábado 27 de abril del 2024

Cómo prevenir la Osteoporosis

En algunos contextos, tiene gran sentido y criterio médico medir la densidad ósea de personas jóvenes que han pasado por un sedentarismo extremo. Por ejemplo, por reposos prolongados, por enfermedades graves o traumatismos.

También en los casos de anorexia nerviosa, dado que la falta grave de alimento puede generar la ausencia de minerales para los huesos, y lo mismo sucede con las personas adictas a drogas o al alcohol.

Pero salvando estas situaciones puntuales, en las que el médico reconoce que hay el riesgo de osteoporosis en una persona de 30 años, no es necesario que el resto de la población se haga estudios de densidad ósea a edades tempranas.

No hay que tenerle miedo a la osteoporosis desde jóvenes, sino educar en la prevención. Y habitualmente tampoco se requieren tratamientos en base a drogas, que muchas veces no tienen efectos positivos.

9 errores que dañan tus huesos

  1. Una mala nutrición. Cuando no ingerimos alimentos con suficientes proteínas y minerales, podemos generar falta de minerales en los huesos. Estos son esenciales para su normal desarrollo y fortalecimiento.
  2. Hábitos poco saludables. Hasta los 30 años son muy importantes todos los hábitos de una persona, que van a dar como resultado un hueso sano y, por lo tanto, de una densidad mineral ósea alta, o un hueso más débil.
  3. La ausencia de ejercicio físico. Aquella persona que desde la infancia hasta los 30 años no hizo actividad física, no favoreció el mejor y más importante período de mineralización y crecimiento del hueso, acompañando a la hormona de crecimiento. Además, el ejercicio previene las caídas a toda edad.
  4. Vivir con estrés. El estrés libera una hormona llamada cortisol, que hace que se eliminen del hueso el calcio y otros minerales, como el fósforo y el magnesio. Es decir que el cortisol degrada la matriz ósea, especialmente en personas que tengan cortisol alto por estrés crónico.
  5. Fumar, tomar café y beber alcohol. Conviene evitar el alcohol, el café y el tabaco en exceso, porque las personas que son adictas a estas sustancias disminuyen su densidad ósea.
  6. No ejercitar los músculos. A la edad adulta (40/50 años) y a edades muy avanzadas (después de los 80 años), el ejercicio mantiene la función del músculo, que ejerce un estímulo electroquímico sobre el hueso. Es decir que se puede conservar la masa muscular gracias al ejercicio, y además estimular el equilibrio.
  7. No prepararse para la menopausia. Cuando la mujer llega a la edad de la menopausia y el hombre llega, a edad más avanzada, a la andropausia, la densidad ósea cae. Pero todo depende de cómo haya llegado la persona a esa etapa de su vida, y qué hábitos saludables haya tenido. Esto hará que en algunos la densidad ósea caiga más, y en otros menos.
  8. No considerar el riesgo de fracturas. Para todos llega el momento de la pérdida de minerales, por falta de hormonas propias del envejecimiento. Esto no es producto de una enfermedad, sino por un proceso fisiológico. Por eso, a mayor cantidad de densidad, matriz y mineralización del hueso, menor riesgo de fracturas.
  9. Evitar la prevención. El hueso se comienza a formar desde la panza de la mamá, pero se mineraliza a lo largo de toda la infancia y adolescencia. Por eso es necesaria una buena nutrición y la realización de actividad física desde pequeños.