Dentro de una reducida celda donde sólo cuenta con una cama, una pequeña mesa y unas pocas pertenencias, Amado Boudou cumplió quince días en prisión. Ubicado en el Pabellón 6 del Penal de Ezeiza, el ex vicepresidente pasa sus horas junto a un cuaderno donde escribe cada vez mas.
Mientras que Boudou le reclama a su abogado que logre sacarlo de prisión, transcurre sus días leyendo libros, principalmente de historia y economía en inglés, y las causas judiciales. Además recibe con frecuencia la visita de su novia embarazada de mellisos, quién lo provee de ropa.
Durante el día, que comienza a las 7 de la mañana, puede realizar diversos talleres. Sin embargo, el político no realiza ninguno y optó por utilizar el gimnasio y realizar caminatas por el patio. El resto del día permanece, al igual que los otros presos, en el SUM donde hay sillas y un televisor.
El colchón y la almohada de su celda encabezan las principales quejas de el economista, que según asegura el no le permiten dormir bien. Tampoco le agrada la comida, debido a esto le pueden llevar alimentos o también depositar dinero en la “despensa” del penal. Lugar donde después puede elegir entre unas pocas posibilidades.
Este martes, Amado Boudou volverá a los Tribunales de Retiro para presenciar el juicio por Ciccone. En esta causa se lo acusa de cohecho y negociaciones incompatibles. A su vez, pidió ir a la Cámara porteña para exponer frente a los jueces de la Sala I por qué quiere que el juez Ariel Lijo, que fue quién lo detuvo, no siga frente a la causa.
