Para llevar una melena sana es importante no someterlo a continuos procesos físicos- térmicos: coloración, alisados, permanente, estiramientos, etc; utilizar un shampoo y acondicionador efectivos y tener una alimentación completa y balanceada.
Especialistas en tricología sostienen que la cabeza en su totalidad es una zona expresiva de nuestro cuerpo y está sometida a una constante tensión e intoxicación. Estas agresiones logran alterar el sistema de irrigación nerviosa y vascular superficial de la cabeza, causándole perturbaciones como envejecimiento y empobrecimiento precoz de la piel y el cabello.
La alimentación también cumple una función importante en materia de salud capilar. La doctora Adriana Raimondi especialista en Dermatología sostiene que no pueden faltar los siguientes alimentos en la dieta diaria:
- Productos ricos en biotina como legumbres oscuras y carnes: ayudan a realizar un crecimiento más acelerado del cabello.
- Huevos y lácteos: aportan un importante caudal de proteínas.
- Aceite de oliva: por su contenido en escualeno (compuesto orgánico natural) ayuda a mantener los ácidos grasos de la fibra capilar y a humectarla.
- Frutas secas: como almendras, contienen zinc y colaboran con la salud del cuero cabelludo.
- Vitamina C: especialmente los cítricos son muy ricos en esta vitamina (estos alimentos intervienen en la síntesis del colágeno, tejido colectivo que constituye el cabello y ayuda en la absorción del hierro, fundamental en la formación del mismo).
- El agua: es la bebida más saludable y recomendable de todas, nos brinda también ayuda en los problemas capilares pues mantiene el cabello hidratado y fuerte. Es bueno olvidarse de las gaseosas o bebidas con cafeína.
Con respecto a los alimentos no recomendados, Raimondi explica que es conveniente evitar las grasas de origen animal (achuras, chorizos, salames y embutidos) porque contribuyen a la caída del cabello. Tampoco deberíamos tomar café dado que irrita el sistema nervioso y contribuye a la caída capilar.
Es importante también evitar los alisados con formol. El director de la Asociación Argentina de Tricología (AATRI) Miguel Cisterna sostiene que “su uso es perjudicial no solo para la salud del cliente al que se lo realizan sino para su peluquero ya que se expone repetidamente al formol y a los gases que se liberan durante el proceso”.
“Irritación en nariz, ojos y garganta (mucosas), posibles daños futuros en hígado, intoxicación, y otros. Por esa razones, diferentes órganos regulatorios nacionales e internacionales de cosméticos, medicamentos y alimentos como ANMAT (Argentina), ANVISA (Brasil), COLIPA (Europa) y FDA (EEUU) lo han prohibido” agrega.
Cisterna también se refiere a los cuidados que debemos tomar en cuenta después de un tratamiento de alisado o permanente: “para mantenerlo lo más saludable posible, antes y después de cada tratamiento debemos mantener la hidratación en primer lugar. Para ello, podemos nutrirlo con principios activos como la miel. Y en segundo lugar, debemos reparar la pérdida de cutículas (capa externa del cabello)”.
“Un tratamiento efectivo es el uso de productos formulados con aminoácidos”, concluye.