ESENIO cocina honesta lanzó recientemente al mercado su línea de menús plant-based. Estas dietas no paran de sumar auge en el mundo de la nutrición y la alimentación saludable en los últimos años. Conversamos con Mariano Risiglione, titular de ESENIO para que nos cuente algo más sobre esta dieta y nos aporte algunos tips para iniciar la transición hacia una mejor alimentación.
Las dietas plant-based, (dieta basada en plantas) se componen de vegetales y frutas, granos integrales preferentemente, frutos secos, semillas y legumbres sabiamente combinados para realizar un aporte nutricional completo. Se privilegian los alimentos frescos, de estación, especias y aceites de primera presión. Se suprimen ingredientes congelados, precocinados o industrializados. Estas dietas implican un salto cualitativo alimenticio muy importante, no obstante no se puede llegar a ellas sin antes haber superado otras etapas. La toma de consciencia sobre la importancia de una buena alimentación es creciente, no se trata de una moda o una tendencia, es parte de una evolución natural muy propia de cada uno.
La clave para una mejora sostenible es que no sea difícil, o al menos no tanto. Si el cambio se produce paulatina y naturalmente, el cuerpo mismo nos llevará a seguir profundizando con mejores hábitos. Es necesario abordar este capítulo con una mente abierta y de forma positiva, no se trata de juzgar sino de sumar consciencia. No debe basarse en la fuerza de voluntad, la lucha o la privación, no se trata de renunciar a nada.
Es importante saber por qué quiero iniciar un cambio; encontrar esa razón que nos inspire y emocione nos ayudará a enfocarnos y a cumplir los objetivos: prevenir enfermedades, sanar alguna dolencia (reducir azúcar en sangre, colesterol, etc.), vivir más tiempo, perder peso, colaborar con el medio ambiente, no dañar a animales o simplemente sentirme más pleno y con más energía, pueden ser algunas razones.
La transición no tiene que hacerse de golpe, puede demorar 2 semanas o puede demorar un año, así que no esperes la perfección. Nunca desperdicies todo tu trabajo duro solo por una pequeña falla, el fracaso es cómo aprendemos y crecemos. En ESENIO proponemos tres etapas:
- Primero lo más fácil: Es aconsejable empezar por aquellos productos nocivos sobre los que no tenemos mucho apego y reemplazarlos por otros más saludables. Esos pequeños logros son muy satisfactorios. Por ejemplo, reemplazar un alfajor por una fruta o un manojo de frutos secos.
- Divide y reinarás: divide las cuatro comidas del día y elige en cada una de ellas qué productos puedes sustituir. Presta atención a qué elegiste comer en cada una y sustituye al menos una porción; no es bueno privarse demasiado al inicio. Por ejemplo, una ensalada es más sano que una pizza pero si no puedes dejar la pizza, come un poco de cada cosa.
- La mitad es mejor que nada: notarás un cambio importante si consigues reducir a la mitad el consumo semanal de carnes, frituras, alcohol, harinas refinadas, dulces, golosinas, gaseosas, snacks y demás cosas que sabes que no te aportan más que toxinas. Cuando lo hayas conseguido, sigue reduciendo la frecuencia.
Para obtener resultados a mediano plazo la consistencia es lo más importante, la perfección no existe en absoluto, así que sé amable contigo mismo, perdónate, reconoce el progreso grande o pequeño. Somos humanos, si hubo una mejora, será siempre festejado en nuestro interior.
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