Cómo es la vida del fiscal que investiga a Los Monos: «Uno trata de acostumbrarse a las cuestiones menos gratas»
Investigar el crimen organizado no parece una tarea fácil, menos en una ciudad envuelta por la violencia como Rosario. El nombre de Matías Edery, fiscal del Ministerio Público de la Acusación, aparece en muchas causas resonantes de la crónica policial diaria: es uno de los empleados judiciales encargados de investigar a Los Monos y a Esteban Lindor Alvarado.
Su última aparición en el ámbito público fue esta semana, cuando detuvieron a Lucho Canteros con un arsenal en armas de fuego. El sábado durante la audiencia imputativa al muchacho y otras siete personas, recibió una amenaza a manos de Lorena Verdún, madre de Lucho y ex esposa del asesinado Pájaro, líder la banda narcocriminal hasta su muerte en 2013.
Al aire de una entrevista con el programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Edery contó detalles de su vida personal y cómo la rutina diaria queda afectada por el rol que cumple, investigar a los criminales más poderosos de la región.
“Uno trata de acostumbrarse a las cuestiones menos gratas. Yo desde hace mucho tengo custodia, desde que empezó la causa Alvarado tenemos custodia, digo ‘tenemos’ porque somos varios en la agencia. Tratamos que esto no interfiera en la vida nuestra ni de nuestros familiares”, explicó el fiscal.
Sin embargo, dejó en claro que “hay cuestiones que restringen un poco nuestro ámbito de libertad”, pero aclaró: “Hacemos esto porque lo elegimos, porque es una forma que tenemos de tratar de construir una sociedad mejor”.
Por otra parte, lamentó que “hay mucha gente (otros empleados judiciales, por ejemplo) que no tienen la suerte que tenemos nosotros de tener custodia y pasa por lo mismo en esta ciudad”.
El cargo de fiscal le “crea una responsabilidad más grande en la forma que tenemos para hacer nuestro trabajo”, manifestó el investigador.
No es la primera vez que el fiscal es consultado sobre su vida personal. El año pasado, en pleno juicio a «Guille» Cantero por las balaceras a edificios judiciales, en una de las tantas declaraciones públicas que el investigador realizó, relató que una noche tuvo que «bajar a buscar una pizza con un chaleco antibalas. No es una situación que me guste pero entiendo que hay momentos en lo que hay que prestar más atención. No es lo más lindo pero uno se termina acostumbrando».
Al ser consultado sobre la reacción de sus vecinos, explicó que no tiene «mucho contacto» y tampoco le plantearon una sensación de miedo por la situación que afronta: «Tengo un móvil en la puerta de mi casa y por ahí les da más tranquilidad».
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión