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viernes 26 de abril del 2024

Cómo desenchufarse del trabajo en vacaciones

La necesidad de control y básicamente la capacidad de poder relajarse son los principales problemas para el desenchufe en las vacaciones. De alguna manera pareciera ser que estamos programados para estar en supervivencia alertos a tener las circunstancias de la vida bajo cierto orden y vigilancia. «Llegar a un momento de soltar ese modo de estar en lo cotidiano, cuesta trabajo, sobre todo si no tenemos la práctica de poder hacer un espacio de tiempo y silencio en nuestro cotidiano, y ello requiere a veces un verdadero ejercicio» sostiene la licenciada en Psicología Eugenia Calvo.

«Además llegamos a las vacaciones con muchas expectativas de que todo tiene que salir como lo hemos esperado. Realmente nos cuesta dejar las exigencias aun en vacaciones. Las tecnologías de comunicación son herramientas muy útiles pero pueden convertirse un verdadero obstáculo a la hora de dedicarnos unos días de reposo y sosiego«.

Las vacaciones son el momento adecuado para parar física y mentalmente,  esto es importante y reparador. Nos ofrecemos un momento de replanteo, de reflexión, de encuentros mas profundos, de compartir, de alimentarnos de experiencias de vida que son realmente nutritivas para el alma.

«El disfrute, las nuevas experiencias, la posibilidad de estar más en contacto con nosotros mismos y con los otros. Esto es tan importante como nuestro despliegue y desarrollo personal en las actividades laborales».

Viajar o no, pero poder detenerse, desempolvar lo rutinario, disfrutar del ocio y el encuentro con otros es un aspecto importantísimo de todo ser humano.

No es ni un derecho, ni una obligación, simplemente es una faceta de la experiencia humana y su despliegue es señal de salud física y mental.

Es un momento para relajarse, olvidarse de las preocupaciones y angustias. En definitiva, se trata de disfrutar el presente que como dice el tema de Julieta Venegas «es lo único que tenemos«.

Recomendaciones para disfrutar el momento:

  • Estar presente lo más posible, momento a momento.
  • Abandonar expectativas y dejarse sorprender por la novedad. Esta actitud es posible si nos damos el permiso a sentir confianza en el sentir de la vida misma. Relajarse implica sentir la confianza de que las cosas están bien, y son lo que tiene que ser. Suelto mi necesidad de seguridad, al menos por un rato.
  • Puedo ser un guardián de mis preocupaciones, es decir, no te permitas darles lugar. En vacaciones está mas favorecida el ejercicio de ser verdaderos guardianes de nuestros pensamientos. Esto quiere decir que no voy a resistir las ideas que se me presentan, sino que no las voy a alimentar con la atención. Si alguna preocupación persiste en mi cabeza, puedo antes de dormir, decirme a mí mismo: “Hoy no sé que hacer con esto, lo entrego”
  • Al menos en alguna ocasión, dejaré mi celular dentro del bolso, y me puedo regalar la experiencia de conectar sólo con lo que estoy viviendo en ese momento.
  • Puedes animarte a usar ese sombrero que no usas ocasionalmente, a sentir que puedes desplegar una faceta nueva de tu personalidad que no sueles mostrar.
  • Darse tiempo para el ocio sin culpa y tomar decisiones más por el “qué quiero hacer” y no por el “qué debo hacer”.
  • Aprender y conocerte en la situación de “no hacer nada”, puede ser un desafío, o un anhelo gratificante. Como sea, experimentálo.