Cuando la grasa corporal almacenada se quema (como fuente de energía), la célula de grasa se queda justo donde está, encima de los músculos y debajo de la piel, en los muslos, en el abdomen, las caderas, los brazos, etc.
La célula de grasa simplemente libera su contenido al torrente sanguíneo en forma de ácidos grasos libres.
Cuando los ácidos grasos se liberan de las células de grasa, las células se reducen y por eso nos vemos más delgados. En cambio, la célula se infla cuando «engordamos».
Grasas monoinsaturadas
Es importante incluir otras fuentes de grasa monoinsaturadas como la palta, las almendras y el aceite de oliva.
Cada uno de nosotros nace con un número predeterminado de células de grasa. Este número puede aumentar más que todo en la infancia, en la pre adolescencia (por eso hay que cuidar la alimentación de los niños) y en casos de obesidad extrema: pero no pueden disminuir en cantidad. La grasa corporal es básicamente una fuente de energía de reserva.
El mayor problema del aumento de grasa corporal no es la grasa sino el exceso de carbohidratos de mala calidad y, por supuesto, no hacer suficiente ejercicio para quemar lo que se come.
Los productos low fat
Los productos low fat o fat free muchas veces son una estafa de marketing.
Las empresas de alimentos la mayoría de las veces reemplazan la grasa con otra cosa muy conocida: azúcar, lo que les permite mantener el sabor de los productos. Además, retiran la fibra para que la vida del producto sea mayor, y esto altera nuestra bioquímica y nos hace pensar que tenemos más hambre.
Cuando se consumen productos altos en azúcar y bajos en grasa, lógicamente se tiene más apetito, ya que el producto es más procesado y se digiere rapidísimo, se eleva la glucemia, se secreta insulina y así se crea un círculo vicioso y el cuerpo nunca se termina sintiendo satisfecho. La grasa ayuda a controlar la glucosa en la sangre y a moderar el apetito.
Es preferible optar por un poco más de grasa y que el producto contenga menos de 6 gr. de azúcar.
Se debe tener mucho cuidado con los productos procesados. Los alimentos saludables no contienen etiquetas nutricionales. Por eso hay que comer de un 85 a 90 % natural.
Porciones de grasas saludables:
- ½ taza de frutos secos.
- 100 gramos de aguacate.
- 1 cucharada de semillas.
- 1 cucharada de aceite de oliva o mantequilla de maní.
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