Tras un año para el olvido por las medidas restrictivas que impuso el coronavirus, los comerciantes rosarinos depositan expectativas en las ventas de fin de año. Si bien reconocen que no podrán recuperarse del impacto económico que dejó la pandemia, harán todo lo posible por seducir a los consumidores a través de descuentos que los motive a acercarse a concretar las compras navideñas.
«Es la última oportunidad que tiene el consumidor en el año para darse aquel gusto que no pudo ser a casi 8 mese de esta pandemia», afirmó Ricardo Diab, representante de la Asociación Empresaria de la ciudad. Sin embargo, afirmó que el sector viene con un «27 por ciento de volumen negativo de ventas con relación al año anterior» y lamentó que el día del padre, la madre y el niño no se hayan obtenido los resultados esperados. «Milagros no puede haber. Va a mejorar sí, pero nunca a competir con lo que fue el año pasado», admitió.
«Vamos a poner todo el esfuerzo, la vocación, la voluntad, descuentos para seducir al cliente», remarcó para incentivar a los usuarios a que se acerquen a comprar a los negocios del centro.
Por otra parte, el comerciante subrayó que sobre todo los propietarios de comercios chicos llegan complicados a diciembre por los efectos devastadores que causó la pandemia, con deudas en el pago de alquileres, entre otros gastos cotidianos. A su vez, expresó que muchos no podrán pagar el aguinaldo en una sola cuota. En ese sentido, destacó que «Hay arreglos con el personal porque convive con el negocio y sabe que la situación no da».
En tanto, insistió en que las ventas cayeron alrededor de un 27 por ciento en relación a 2019, con variaciones mes a mes, pero siempre con saldo negativo y reveló que los rubros más afectados por la crisis fueron marroquinería, calzado y relojería con un, 40% de disminución del consumo. La rama de los alimentos fue la que menos sufrió los embates del Covid-19, con apenas un 2% menos de ganancias que el año pasado.
