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miercoles 24 de abril del 2024

Colectividades 2017: El Shawarma fue la comida elegida

La gastronomía es sin duda uno de los grandes atractivos del Encuentro de Colectividades que finaliza esta noche. En una recorrida, Rosario Nuestro te cuenta cuáles fueron los platos más elegidos por la gente y las novedades de este año.

Bajando por el Monumento hacia el parque de colectividades, los aromas se fusionan como atrapa sueños, aparece la tradición combinada con lo no convencional. En cada suspiro se regresa a la cocina de nuestras abuelas y bisabuelas. Se siente, es imposible que nuestra mente no lo capte. El aroma es un disparador, como un dejá vu terrenal, un contacto directo con los fondos de las ollas que representan tan bien a nuestros corazones.

De las 50 colectividades que participan 33º Encuentro y Fiesta Nacional de Colectividades, 41 de ellas tiene su stand y ofrecen variadas comidas. Se sirven por noche, un promedio de 75 mil raciones, aunque existen las preferencias por parte de los paladares rosarinos.

El  Shawarma es una de las comidas predilectas de los visitantes. Compuesta por una exquisita carne macerada y jugosa, cortada en pequeños trozos especiados y envuelta en un pan árabe bañado con yogurt agrio y una terminación de tomate y lechuga. En el stand de Líbano se vendieron en lo que va del evento, un promedio de 1500 porciones por noche de esta comida, y si se juntaran con las otras siete colectividades de medio oriente, la cifra llegaría a 10 mil. El dato resulta creíble observando las interminables colas que hace la gente para comprar este particular sándwich de comida rápida también denominado “la hamburguesa de medio oriente”.

Otro de los stands que recibe muchas visitas es el de Grecia, si bien se dice entre bambalinas que fue uno de los más solicitados en la década del 90 por su famoso souvlaki, y que hoy este plato es superado por otras preferencias exóticas, Jorge Christou miembro de la colectividad helénica lo defiende con uñas y dientes. Este plato de 120 gramos de carne de cuadril, condimentado con siete especias y cocinado en forma de brocheta a la plancha, genera adeptos y cultores que todos los años vuelven por él. Según Christou se suelen vender unas 700 unidades por noche a un monto razonable de 70 pesos.

Una entre las novedades gastronómicas que nos dejó este año, es la presencia del stand de Haití con su comida creole. Jude Etienne es su representante, él como otros compatriotas suyos llegaron a la ciudad en la última década y más pronunciadamente después del terrible terremoto de Haití.  La mayoría son estudiantes de medicina que echaron raíces en Rosario y ya forman parte de la sociedad. En materia gastronómica, ofrecieron una gran variedad de platos y tragos con frutas tropicales, muchos de ellos desconocidos en nuestra cultura, como el arroz negro con hongos y plátano y el Kremas (licor de Frutas). Si bien el stand ocupó un pequeño espacio, sus participantes dicen estar contentos con su llegada al encuentro, después de lograr constituirse como asociación civil, uno de los requisitos fundamentales que les llevó más de tres años.

Otro que también que es elegido masivamente año tras año por los comensales, es el Centro Cultural Peruano. Como novedad desde la edición anterior, se sirvió ceviche al igual que en las calles de Lima. Delicioso lomo de Atún curado con jugo de limón mas cebolla morada y cilantro. Una delicia elegida por los que saben apreciar un buen plato tradicional.

Pero sin dudas, que en este espacio, el más elegido popularmente año tras año es el anticucho, por el que muchos deliran de felicidad. El anticucho es carne de corazón vacuno condimentada con un fuerte ají y pimentón hecho a las brasas. Imposible no acompañarlo con algo fresco para calmar el picor. Walter Gupioc en nombre de la colectividad, informó que el promedio de venta de este plato, fue de unas 1000 raciones por noche al módico precio de 90 pesos.

Por supuesto que las tradiciones también pesan y están presentes. Italia y España son grandes captadores de comensales. En el caso de Italia, la pizza está presente en todos los menús de las 12 agrupaciones que componen la colectividad. Giovanni Frelli Presidente del Centro Lazio, cuenta que cada región tiene sus comidas, aunque reconoce que la pizza sale en grandes cantidades, y que eso se debe, a su rendimiento para los grupos familiares. Entre todos los stands que componen Italia se vendieron un promedio de 3000 por pizzas por noche.

España tiene presente a todas sus manifestaciones culturales, en la zona de sus stands en aroma a mariscos y pescados es como una topadora imposible de disimular. Todos coinciden que la paella es lo más elegido junto a las rabas. Los precios varían según el tipo de paella. Aunque se rumorea por parte de los fanáticos que la mejor se come en Catalunya.

Japón es otra de las colectividades que todos los años hace alarde de su gastronomía. La llegada masiva de platos de la cocina japonesa al las mesas  de todos los puntos cardinales convirtió a la cocina de este país oriental en una de las más codiciadas del mundo. La irrupción del Sushi como nueva forma de comida rápida en las costumbres occidentales fue la calve, aunque los japoneses dicen no estar a gusto con cómo se prepara por aquí.

Alejandro Toguchi representa a la colectividad en la ciudad. Mientras habla con Rosario Nuestro prepara un wok con fideos y vegetales. A su lado una mujer cocina sin parar tempura, el aceite bulle cada vez que la espumadera hunde esa masa de vegetales con harina y sake. Es el plato más pedido a un precio de 90 pesos y que alcanzo con un 20% más de pedidos que años anteriores las 3000 raciones por noche.

El Encuentro Nacional de Colectividades, nació a mediados de los 80, como una posibilidad de encontrarse, y de esa forma, mantener viva las tradiciones de quienes habían dejado su tierra natal en busca de un futuro mejor. La fiesta comenzó tímidamente, luego se fue ganando el corazón de los rosarinos que cada fin de año acude de forma masiva. Todos esperamos volver el próximo año a probar los platos que nos conectan con otros rosarinos. Muchos nos preguntamos en estos días si hemos ido a Colectividades. Después seguramente la charla continuará con un “¿Qué comiste?”.