El secreto para mantener una piel saludable es la hidratación, no solo las pieles con apariencia reseca necesitan de atención, todas requieren de una dosis diaria adecuada de humedad.
¿Humectación o hidratación?
Uno de los mayores errores de belleza es pensar que la hidratación y la humectación de la piel es lo mismo.
La hidratación es la capacidad que tiene la piel para absorber agua, y es necesaria para que las células cutáneas cumplan sus funciones vitales. De hecho, una piel bien hidratada luce más joven, elástica y saludable. El proceso de humectar consiste en atrapar, sellar y mantener la humedad mediante los diferentes componentes que hacen a la función de barrera cutánea.
Su función es a nivel superficial, pero no por eso deja de ser sumamente importante, ya que previene la pérdida de agua y aumenta la protección, lo cual se refleja en una piel más tersa, suave y resistente.
Aunque suponen un mismo efecto, la clave está en la composición. Esto se debe a que los ingredientes varían, lo que cambia es la consistencia como las funciones para cada tipo de piel:
– Cuando humectamos la piel, le aportamos ingredientes a base de aceites que funcionan reteniendo la hidratación a nivel de la piel. Los humectantes son muy buenos para pieles que no sintetizan suficiente sebo, como las pieles secas. Una piel a la que le falta humectación es áspera al tacto, pica, se descama y puede sentirse tirante.
– Cuando hidratamos la piel, lo que hacemos es aportarle ingredientes capaces de aumentar el contenido de agua, atrayéndola desde el ambiente o desde las capas más profundas de la piel, de esta manera actúa el Ácido Hialurónico. Cuando a la piel le falta hidratación se observa poco turgente, de aspecto mate, con líneas de expresión marcadas, picor y con signos de irritación y descamación.
Piel deshidratada
La piel deshidratada es una piel que carece de agua o que presenta una capacidad reducida para retenerla.
Una piel seca, tirante, agrietada, descamada e irritada son signos de falta de humectación. Aparte de la luminosidad, es importante que esté bien hidratada y humectada porque hace menos probable que se genere inflamación.
Una piel con función de barrera alterada es incapaz de protegerse adecuadamente contra las agresiones del medio ambiente, los cuales podrán terminar por desencadenar diferentes reacciones que llevan a que la piel se inflame.
“Hidratar la piel adecuadamente disminuye las chances de sufrir una piel inflamada” afirma el Dr. Simón Scarano, Médico Dermatólogo.
Con la hidratación de la piel, esta se vuelve más resistente.
Beneficios de una piel hidratada
Una buena hidratación proporciona una amplia variedad de beneficios sobre la piel:
– Evita la resequedad (el frío o el calor excesivo, el viento, la contaminación ambiental son factores que pueden dejar tu piel seca).
– Previene la aparición de signos de envejecimiento cutáneo.
– Da luminosidad y turgencia a la piel, haciendo que luzca más saludable.
– Ayuda a mantener, recuperar o reforzar la función de barrera de la piel, lo que se traduce en una piel fortalecida y flexible, por lo tanto, las pieles más delicadas y finas del cuerpo, como el rostro, estarán protegidas de agentes externos como el clima, la contaminación o el propio maquillaje.
Para que esto suceda, el doctor recomienda:
– Es clave utilizar productos de limpieza facial que no irriten la piel ni la resequen.
– También debemos contar con una crema o emulsión que aporte activos hidratantes y humectantes, tanto para el rostro como para el cuerpo. Estos productos deben usarse a diario y sus formulaciones deben adecuarse al grado de resequedad o deshidratación de la piel del paciente. No todas las pieles tienen las mismas necesidades de hidratación / humectación y no todos los productos son iguales.
Asimismo, el especialista sugiere incorporar productos formulados con Vitamina A para mantener una piel sana y en equilibrio, evitando la resequedad y el envejecimiento prematuro. La vitamina A interviene en la formación y regeneración de las células, y repara aquellas células que resulten dañadas. La vitamina A juega un rol primordial en la renovación celular y descamación de la piel.
La clave para una piel hidratada es la constancia en una buena rutina de cuidado de la piel. Es preciso realizar el ritual de limpieza e hidratación con los productos y texturas adecuadas todos los días a la mañana y a la noche para mantener una piel sana.
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