Según fuentes judiciales, en la noche de este jueves se realizó un nuevo relevo del boliche bailable Ming, ubicado en La Fluvial, donde fue visto por última vez Carlos Orellano de 23 años, hallado muerto un día después en el río Paraná.
Dicho relevo consistió en la aplicación de luminol en el lugar con el objetivo de encontrar nuevos rastros de sangre. Las medidas fueron ordenadas por el fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Patricio Saldutti.
Además, se ordenó la realización de “un croquis planimétrico exhaustivo del interior del local bailable”, el frente, la parte trasera y las adyacencias.
Las tareas fueron realizadas por efectivos de la Policía Federal sin necesidad de una orden de allanamiento. En tanto, trascendió que los dueños del boliche pusieron las instalaciones del local a disposición.
La causa aún no logra esclarecerse: los familiares de “Bocacha” aseguraron, tras la autopsia del cuerpo, que el mismo presentaba golpes y hematomas. En tanto, la directora del Instituto Médico Legal de Rosario, Alicia Cadiero, dejó en claro que no hay elementos para afirmar que el joven haya muerto a causa de esos golpes.
Carlos Orellano había salido a Ming la noche del 24 de febrero y no se supo más nada de él. El miércoles 27 del mismo mes, su cuerpo apareció en el río, a pocos metros del lugar bailable. Sus familiares y su perito aseguran que el muchacho intentó ingresar al VIP de la disco sin autorización, por lo que los patovicas del lugar le dieron una paliza.
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