Caso Loan: "Se debió pensar inmediatamente en el tema de la trata"
Así lo expresó Enrique De Rosa Alabaster, psiquiatra, neurólogo y médico legista. El especialista manifestó que se debe prestar más atención y avanzar sobre la problemática de la trata de personas.
El caso de Loan, el niño de 5 años desaparecido en Corrientes, fue caratulado por la Justicia como posible caso de trata de personas. En este sentido, la problemática del secuestro de niños, adolescentes y adultos, con distintos fines vinculados a la explotación sexual, laboral o a la venta para adopción, parece ser moneda corriente en el mundo, pero no llega a tomar la relevancia que corresponde a la gravedad de estos hechos.
“En muchas situaciones, uno tiene que empezar pensando lo peor para no banalizar el hecho”, sostuvo Enrique De Rosa Alabaster, psiquiatra, neurólogo y médico legista, en diálogo con el programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, en referencia al caso de Loan y a la tardía respuesta de las autoridades que no consideraron la posibilidad de un secuestro sino hasta muchos días después de consumado el hecho. ”Se debió haber pensado inmediatamente en el tema de la trata, ese negocio enorme que abarca desde venta de chicos para su adopción, hasta una serie de cosas que son desagradables de sólo pensar", señaló.
En cuanto al análisis de las personas que cometen este tipo de acciones, el psiquiatra manifestó: “La gente que lo realiza ha quebrado varios límites morales, el problema es que a nosotros como sociedades nos produce tanto miedo y rechazo que a veces se tratamos de imaginar que eso no existe. Pero en realidad esa gente funciona en la banalidad del mal, como indica la famosa frase de Hannah Arendt”, en referencia al concepto que la filósofa alemana utilizó al observar el comportamiento de los jerarcas nazis mientras eran juzgados, en dónde se los veía como personas con apariencia “normal”, y sin ningún rastro de arrepentimiento por los actos cometidos.
De Rosa Alabaster sostuvo que parece no tomarse dimensión de todo lo que implica el negocio de la trata de personas e indicó: “Una colega francesa me contaba que se sabe desde hace muchos años de los chicos rumanos que ingresan a Francia por estos motivos, y si algo es conocido hace mucho tiempo quiere decir que no solamente participan muchas personas, sino que es una cadena de responsabilidades que llegan en algunos casos a niveles muy altos”.
Por otra parte, el especialista se refirió a que estas situaciones de violencia se replican cotidianamente en todo el mundo, pero por alguna razón algunos casos son más difundidos por los medios y tienen mayor impacto en la sociedad. “Chicos que sufren violencia de todo tipo, que entran a guardias médicas mil veces y no pasa nada, eso sucede todos los días. De alguna manera, algunos casos impactan más porque al tratarse un caso con cierto detenimiento en los medios, pasa lo que a los forenses nos pasa en todas las duras causas: empezamos a conocer una cantidad de datos que son escalofriantes”, aseveró.
En la misma línea, hizo hincapié en que en estos casos la gente se pregunta: ¿cómo puede suceder que un padre, una madre, un vecino, un tío, vendan a un chico?. "Esto es algo absolutamente frecuente, lamentablemente”, enfatizó.
Respecto al análisis de los perfiles psicológicos de las personas que cometen estos actos, el médico forense esgrimió que existen situaciones en dónde parecen estar convencidos de que lo que están haciendo no está del todo mal. “En los casos de quienes secuestran mujeres para llevarlas a redes de prostitución, cuando uno los ve no tienen la sensación de estar haciendo algo terriblemente atroz. Están convencidos de que ‘le dieron la oportunidad a unas chicas’. Yo esta frase la he escuchado. Esa pseudo racionalización es lo que le permite al sujeto tener una especie de ambigüedad moral que lo lleva a pensar que lo que hace puede llegar a ser hasta una tarea reparadora”, afirmó.
Por último, se refirió a que estos hechos no suceden únicamente en lugares lejanos sino que están presentes en la cotidianidad. En este sentido, destacó la necesidad de prestar atención a los contextos virtuales y a la utilización de las redes sociales que realizan los niños, niñas y adolescentes, con el fin de evitar este tipo de situaciones. “Esto no sucede solamente en medio del campo sino que puede existir en un contexto virtual en donde personas buscan ganar la confianza de los chicos. Por eso es necesario contar con un protocolo claro y que sea aplicado estrictamente en esta situaciones, y en eso los medios de comunicación también tienen una responsabilidad social”, finalizó.
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