Más de 30 policías fueron detenidos hoy por la mañana, sospechados de estar involucrados en la desaparición forzada de Franco Casco. Entre los arrestados se encuentra el titular de la Dirección Provincial de Asuntos Internos —la repartición policial que investiga a los policías sospechados de participar en ilícitos—, junto con varios de sus subalternos, médicos del Instituto Médico Legal y 27 policías que trabajaban en la Comisaría 7º —lugar donde fue visto con vida por última vez el joven muerto—. Los arrestos ponen en movimiento una causa que parecía estancada.
Hoy, a las 6, varios grupos de gendarmes irrumpieron en domicilios de diferentes sectores de la ciudad. Por orden del juez federal Carlos Vera Barros, los uniformados fueron a buscar a 36 personas implicadas, de diferentes maneras, en la desaparición y muerte de Franco Casco.
Según informaron fuentes del caso, en los procedimientos fueron arrestados 27 policías que trabajaban en la seccional de barrio Luis Agote al momento del hecho —entre los que se encuentra el ex comisario—,cinco empleados de la Dirección Provincial de Asuntos Internos —entre los que se encuentra su titular, Aníbal Candia—, un vecino de la zona y tres profesionales que se desempeñan en el Instituto Médico Legal.
El caso
Franco Casco fue visto con vida por última vez el 7 de octubre de 2014 en la Comisaría 7º de Rosario. Su cuerpo fue encontrado 22 días más tarde flotando en el río Paraná. Las principales sospechas apuntan a que el joven fue golpeado hasta la muerte en la seccional.
En primera instancia, la muerte del joven fue investigada por la Justicia provincial pero, luego de numerosas denuncias por inacción, la pesquisa fue transferida al Tribunal Federal.