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jueves 25 de abril del 2024

Caso Bocacha Orellano: «Nosotros supimos desde un primer momento que Carlitos fue asesinado»

Este lunes se realiza la audiencia imputativa contra los cuatro detenidos por la muerte del joven cuyo cuerpo apareció flotando en el río tras haber asistido al boliche Ming de La Fluvial. Desgarrador testimonio de la tía.

Este lunes se lleva adelante la audiencia imputativa contra los cuatros sospechosos por la muerte de Carlos «Bocacha» Orellano, el joven cuyo cuerpo apareció flotando en el río tras haber asistido al boliche Ming de La Fluvial. Dos patovicas y dos policías, que se encuentran detenidos, son acusados del delito de homicidio doloso por el fiscal Patricio Saldutti.

En ese marco y a casi un año del fallecimiento de Carlos, Mariana, tía del muchacho, quien participó activamente de la búsqueda, brindó su desgarrador testimonio. «Nosotros supimos desde un primer momento que Carlitos fue asesinado», expresó ante este medio.

«La sensación que tengo como madre es que no quiero estar en el corazón de Mary (mamá de Bocacha), que tiene frente a ella a los asesinos de su hijo. Es muy doloroso, muy complicado, muy feo. No se puede vivir en esta sociedad. A partir de ese día cada mamá tiene la sensación de que nuestro hijo sale y no sabés si vuelve», afirmó Mariana, visiblemente movilizada y agregó: «Es devastador. Es un año que nos cambió la vida a todo el mundo y a nosotros en particular de la manera más triste. Carlitos era pura sonrisa, nos daba alegría a todos. Hoy queremos mantener viva esa alegría y no se puede porque unos terribles malparidos han hecho esto».

Además, se mostró molesta por la postura de la defensa de los imputados, que habría sostenido que la familia posee una intencionalidad económica. «Encima esconden y mienten. Haber dicho que la familia busca plata, pero ¿tienen idea lo que vale la vida de un hijo? ¿Qué precio le van a poner a la vida de un hijo? Una cabeza sana no puede decir eso. ¿Perseguir un fin económico por la muerte de un hijo? Nos faltaron el respeto a todos, a toda la familia, diciendo semejante cosa. Nos quieren quebrar como familia para que la sociedad cambie a favor de ellos, los delincuentes, los narcotraficantes; para ellos tener el poderío de quebrarnos la cabeza, pero no. Nos quebraron el corazón, pero la cabeza no  nos la vana a quebrar».

«Vamos a seguir adelante. Justicia hasta el final y a fondo para que nunca más pase nada de esto. Nosotros supimos desde un primer momento que Carlitos fue asesinado. No queremos perejiles, queremos a todos los responsables, que se sepa todo», remarcó la mujer sobre la cadena de responsabilidades y reflexionó: «Nosotros somos familiares de Carlitos, pero también somos una familia rosarina que integra una sociedad y esta sociedad tiene que cambiar». En ese sentido, consideró que los dos patovicas y policías acusados «seguramente están implicados pero debe haber más».

Cronología de lo peor

Por otra parte, Mariana contó que estuvo con la mamá de Carlos, su cuñada, desde las primeras horas de la desaparición del muchacho y agradeció que no haya transcurrido más tiempo «porque sino las cosas hoy serían diferentes». Así, relató paso a paso la cronología de lo ocurrido.

Esa tarde del 24 de febrero fueron juntas a la isla. «Cuando Mary, la mamá, empieza a decirme ‘desde la 1 de la mañana que ele celular de Carlos está sin batería, no está en línea, estoy preocupada’, llegó un momento en que las dos nos empezamos a sentir mal y hasta recuerdo que me dormí, tuve un sueño feo y me desperté llorando. Estábamos en la isla, ella me dijo ‘¿podemos irnos? Quiero ver si Carlitos está en casa durmiendo», recordó.

Después la madre de Bocacha se fue a su domicilio y se dio cuenta que la habitación de su hijo estaba igual que cuando había salido. La mujer llamó a su cuñada y juntas trataron de ubicar a los amigos del joven, que lo esperaban para jugar al fútbol y tampoco sabían nada de él . «Ahí ya entramos todos en alerta, empezamos a llamar los hospitales, a las comisarías». A las 8 de la noche fueron juntas a la Comisaría 20ª de Empalme Graneros a hacer la denuncia.

«Cuando estábamos allí llegó a oídos nuestros que se había caído un chico al río», reveló la tía de Carlos aunque reconoció que no tiene claro cómo ocurrió dado que en ese momento estaban todos los familiares muy nerviosos. De ahí se dirigieron a la Comisaría 2ª porque se enteraron que allí se había radicado una denuncia por ese muchacho caído a las aguas del Paraná que hasta ahora, no sabían que era Carlos. «Nos dijeron no no, acá no tenemos nada», contó, la mujer que quiso ver el libro de actas de la dependencia policial, a lo que el personal se negó. «Ustedes están escondiendo algo», les apuntó.

Tras una serie de averiguaciones, la hermana de Carlos, Noelia, dio con el nombre de una oficial, quien, a duras penas, leyó el acta de desaparición. «Ella salió con el papel como si tal cosa y cuando nos dio detalles, señas particulares de la persona que estaba en el río , que estaba con pantalón claro, camisa de jean, aproximadamente 23 años. Lamentablemente ese fue el momento que lo guardo en mi corazón como lo peor que me pasó en la vida», concluyó Mariana, que solo quiere saber qué fue lo que pasó con su sobrino.