En la mañana del viernes, la fiscal Verónica Zamboni recibió el resultado de la pericia de la zapatilla ensangrentada encontrada en la casa de los rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa en enero de este año. Luego de seis meses de investigación, se determinó que el calzado corresponde a Máximo Thomsen.
El estudio fue realizado por el Laboratorio Scopométrico de la Policía Federal en Mar del Plata. Determinó que la marca de la zapatilla estaba sobre el cuerpo de la víctima, además también la impronta del calzado coincide con el pie de uno de los principales acusados del crimen.
:quality(85)//cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/K4KYCCF2MVH3REI7VFWTE4YK24.jpg)
Según Infobae, no fue la única marca que la autopsia encontró en el cuerpo de Fernando, hubo otra impresión de calzado que fue detectada pero era muy pequeña en tamaño. Sin embargo, no hubo problemas en detectar el rastro que Thomsen dejó en el cuerpo de la víctima, los pies de los acusados fueron identificados uno por uno con una técnica especial.
Thomsen, que está preso en la Alcandía N°3 de La Plata, junto a siete de sus cómplices con prisión preventiva confirmada por la justicia, cobra preponderancia entre los acusados con una pieza de alta evidencia incriminadora. Todos los acusados, bajo la imputación de homicidio agravado por alevosía, enfrentan la posibilidad de ser condenados a prisión perpetua.
