Cambios en las importaciones: “Tenemos mucha esperanza de que esto sea un avance”, señaló un especialista
El Gobierno oficializó este martes el cambio en el sistema de importaciones, el cual pasará a tener un registro en el que se informará, en carácter de declaración jurada y de forma anticipada, las destinaciones de importación para consumo, en tanto que se dispuso la creación de un padrón para deudores.
La medida, que fue comunicada a través de la Resolución Conjunta 5466/2023 de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la Secretaría de Comercio, establece la creación del SEDI (Sistema Estadístico de Importaciones) junto a el “Padrón de Deuda Comercial por Importaciones con Proveedores del Exterior”.
“Tenemos mucha esperanza de que esto sea un avance en materia de comercio exterior de lo que veníamos viviendo en los últimos años. En principio el SEDI lo han definido como un sistema estadístico que no implicaría tener que recibir una autorización en una fecha incierta tanto para poder importar como para pagar al exterior. Esto indudablemente va a repercutir positivamente en el comercio exterior y en los importadores que muchas veces dependen de insumos para fabricar productos que van al mercado externo y que generan ingresos de divisas”, expresó, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Mario Marcucci, director general de Marcucci, Guma y Asoc.
Y, seguido auguró que las nuevas medidas permitan al comercio y a la industria proveerse de sus insumos básicos, y que permita “al Estado seguir controlando que es lo que debe hacer y no impidiendo”.
Consultado sobre cómo este nuevo régimen puede impactar en el consumo, el especialista comentó: “Indudablemente si vos tenés mayor oferta de productos en el mercado, el consumo debería beneficiarse porque muchas veces tendría qué comprar. No nos olvidemos que en las últimas semanas veníamos hablando que faltaban no elementos de lujo, sino elementos que hacían a la salud humana porque no había o el insumo o el producto terminado porque hay muchas cosas que en este país no se fabrican. Entonces, indudablemente va a beneficiar en el sentido que va o debería aumentar la oferta de producto. Veremos si como esperamos también esa oferta en aumento mejora los costos”.
Sin embargo, no aventuró que, al menos en el corto plazo, se traduzca en una baja en los precios de los productos: “No sé si va a bajar, porque en realidad hoy el dólar, se llevó a un valor real. El valor de 380 pesos no era real. No era real desde el punto de vista que si yo iba con 380 pesos y le pedí al Banco Central que me vendiera dólares, un dólar a 380 pesos para pagar a un proveedor en el exterior, me decía que no había. Hoy lo que tenemos es un valor al cual conseguir dólares. Quiere decir que el valor del dólar es ese”.
Finalmente, confirmó que hay optimsimo en el sector, al considerar que “cualquier medida que tienda a permitir libremente que uno comercie con bienes, es bienvenida. Lo que pasa es que nos acostumbraron a que liberar algo o regular algo mejoraba los precios y el mercado, y es mentira. El Estado no tiene que regular, el Estado tiene que controlar. Esa es la función del Estado”.