A partir del 1º de noviembre habrá cambios en la comercialización de la carne vacuna. La medida se aplicará a través de la una Resolución conjunta de los ministerios de Trabajo, Agricultura, y Desarrollo Productivo, y de este modo se eliminará la media rese y la carne llegará al consumidor a través de un troceo o cuarteo de los animales en piezas de un peso inferior a los 32 kilos.

Sin embargo, hay sectores de la comercialización que vienen expresando sus diferencias con la decisión oficial. “En primer lugar, no sabemos si va a llegar, porque es una cuestión nacional y que las provincias deberían adherir o no. El cambio es inviable desde todo punto de vista, primero porque las plantas frigoríficas no están en condiciones, por su estructura, de despostar y conservar en frío para llevar a cabo esa tarea”, expresó al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, José García, presidente de la Sociedad de Carniceros Rosario.

Seguido, aseguró que “es una idea traída de los pelos, por los grandes frigoríficos exportadores, que quieren poner una sola condición de comercialización de la carne y que tiene que ver con su negocio”.

Y se refirió especialmente a dos aspectos, por un lado, el transporte, “hay que mirar el que tenemos en Rosario y después nos damos cuenta que pasa”. Y, por otro, el tema de precios, “no va a bajar, todo lo contrario, quién va a pagar el precio de la despostada, el consumidor”, sostuvo García.

Si bien desde la industria exportadora precisaron que la media res castiga en realidad a los consumos orientados a los cortes populares, el presidente de la Sociedad de Carniceros Rosario subrayó que “eso es falso, y hay un mensaje mentiroso de la industria exportadora, porque ellos hablan como si yo pudiera a partir del 1° de noviembre pedir 5 pecetos, 5 faldas, 5 cuadril, porque estoy en barrio Martin, y la gente que está en Las Flores, puede pedir 1 brazuelo, 1 agujón y 1 palomita. No es así, porque lo que se quiere implementar es la misma media res de 80 kilos que recibo en barrio Martin o en Las Flores, pero cortada en tres o cuatro pedazos”.

“La idea de los grandes frigoríficos exportadores, es poder contar con los cortes específicos -continuó-. Yo soy carnicero de hace mucho tiempo, y el consumidor en barrio Martin, en las Flores o en Ludueña consume peceto, lomo, costeleta, brazuelo, si bien alguno tiene mayor en salida en cada barrio”.

Finalmente, García insistió que “ese discurso tiene que ver con esa pretensión de imponer un modelo de venta de carne, en relación al negocio de ellos. Los frigoríficos consumeros no están en condiciones de hacer esto, quién va a invertir en cámaras, despostadas, nuevos espacios, si no hay créditos”.