El trabajo es uno de los factores que más influye en nuestro bienestar y nuestra felicidad. Por eso, es importante que estemos contentos con las tareas que realizamos, que nos sintamos valorados y que podamos crecer.
El jefe de servicio de Psicología del Sanatorio Municipal Dr. Julio Méndez y coordinador de actividades asistenciales del hospital Borda, Ricardo Antonowicz reflexionó sobre las personalidades que tienden a cambiar de trabajo y aquellos que se quedan durante largos años en zona de confort.
«Hay personas que sufren inhibiciones. Eso los paraliza. Necesitan ponerse como objeto de lo que otro ordena. Pueden perdurar años en el mismo lugar sin ninguna iniciativa. Eso puede deberse a cierta desvalorización personal«, dijo.
Según el especialista, «en otros casos, a nivel inconsciente, les resulta difícil triunfar porque sienten que no deben superar al padre».
Cuando hay que cambiar de trabajo
Algunos indicadores funcionan como alarmas para buscar otras alternativas laborales:
- Mal ambiente laboral: maltrato entre pares y/o jefes.
- No hay posibilidad de desarrollo.
- La persona se siente estresada.
- La persona no se siente reconocida ni valorada.
- Monotonía en las tareas.
«Quedarse mucho tiempo en el mismo trabajo es válido cuando uno se identifica con lo que hace, cuando los sueños permanecen intactos o por una visión largoplacista. También cuando hay gusto por la competencia, por estatus, reconocimiento, prestigio. Si no se altera el deseo de producir, la permanencia no es negativa«, continuó Ricardo.
«Incluso, se ve en algunos trabajadores muy motivados que se quedan en un mismo trabajo porque les permite estudiar e ir escalando posiciones dentro de la empresa«, aportó.
Para Antonowicz, «el trabajo debe constituir un motor para emprender, mejorar y establecer relaciones«.
Alternativa con riesgos: trabajo independiente
Este tipo de trabajo requiere un esfuerzo personal mayor porque las ganancias dependen de la persona y del tiempo dedicado. Pero, en los casos de éxito puede ser superador.
Con la crisis de la pandemia muchas personas se vieron obligadas a cerrar sus negocios, otras perdieron sus trabajos e iniciaron emprendimientos nuevos.
Entre las ventajas que supone esta modalidad laboral se destacan: el manejo de los propios horarios, objetivos y ser el propio jefe. Lo difícil encontrar el modelo de negocio adecuado y poder explotarlo.
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