Claudio Brilloni, flamante jefe de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) y exministro de Seguridad de Santa Fe, analizó la mejora de la situación en la provincia con respecto a la violencia, particularmente en Rosario, por la baja de los índices y la tasa de homicidios, a raíz de la implementación del Plan Bandera.

El funcionario destacó que la intervención de la Nación fue clave para contribuir a la pacificación en el territorio provincial, pero también aseguró que fue lo que reclamó sin éxito durante el 2023, mientras estaba a cargo del ministerio del entonces gobernador Omar Perotti y exigía refuerzos de parte de la gestión del expresidente Alberto Fernández.

“Afortunadamente, con el debido respeto a las víctimas y familiares de víctimas de personas que han fallecido en el contexto de violencia, hoy los números nos están dando otra radiografía”, valoró Brilloni en diálogo con Radio 2.

En tanto, agregó: “Nos queda mucho por hacer, pero es evidente que la impronta de la intervención de Nación ha sido de vital importancia. Lo digo con énfasis y me hago responsable de lo que digo porque las actividades que se están realizando en materia de prevención y de investigación judicial las veníamos reclamando en la gestión anterior”.

El ex ministro de Seguridad de Santa Fe realizó una diferenciación y aclaró: “No digo que la gestión anterior se haya desinteresado, pero la verdad que el apoyo a mí me dejó sabor a poco respecto de las actividades en materia de seguridad. Hoy tenemos hasta el apoyo de las Fuerzas Armadas”.

De la misma manera, remarcó que la acción de Nación se complementó con el aporte de las leyes que el año pasado no estaban como “la ley de narcomenudeo que recién se sancionó a fines de 2023” y señaló que el año pasado no contaron con la “ley de emergencia de seguridad pública” que “hubiese sido central para llevar adelante el trabajo”.

Brilloni destacó la medida de trasladar el Servicio Penitenciario Federal a la órbita del Ministerio de Seguridad de la Nación, lo que permitió “romper la comunicación entre las cárceles y el territorio” ya que, según explicó, “muchas órdenes para matar provenían en las cárceles federales”.