Más de 300 personas resultaron detenidas en marco de los incidentes que envolvieron a Brasilia este domingo. Durante horas de la tarde, cientos de manifestantes en contra del gobierno de Lula da Silva invadieron Congreso, el Palacio de Planalto y la sede del Tribunal Supremo Federal.
Según las primeras informaciones que trascendieron desde el país vecino, los implicados podrían enfrentar graves cargos por el destrozo de mobiliario y otros elementos de valor cultural e histórico como obras de arte.
Además, desde la capital brasilera prevén que el número de detenidos podría crecer, ya que , a pesar de que las fuerzas de seguridad pudieron controlar la situación en los focos principales, algunos agresores continuaron con su accionar durante la noche en otros edificios de la zona.
Medios de Brasil afirman que se habrían utilizado un estimado de 150 micros para el traslado de seguidores del bolsonarismo al lugar de los incidentes.
Por su parte, el presidente Lula da Silva decretó la intervención federal en la ciudad de los disturbios hasta el próximo 31 de enero. El mandatario visitó este lunes las instalaciones que fueron el foco de la violencia en el cierre del fin de semana y se reunió con funcionarios nacionales para evaluar lo ocurrido.
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