La Cámara de Diputados volvió a enviar a comisión el dictamen de mayoría de la ley ómnibus y se levantó la sesión de este martes, con lo cual el proyecto promovido por el Gobierno Nacional tendrá que ser analizado de nuevo. La decisión se adoptó porque el oficialismo no tenía los votos para aprobar artículos claves de la ley, como las privatizaciones de las empresas públicas, las reformas a la ley de sostenimiento de la deuda y el agravamiento de penas para limitar las protestas sociales.
“El oficialismo se dio cuenta, lamentablemente, de que no alcanzaban los porotos, y decidió volver a foja cero. Esto es como en el juego de la vida, cuando te tocas la carta y volvés al primer casillero. Y volvimos al primer casillero”, expresó, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Alejandro Bongiovanni, diputado nacional de Juntos por el Cambio.
Y si bien el legislador por Santa Fe señaló que “hay mucha resistencia para mantener el status quo, hay muchos diputados que prefieren que las reformas no se hagan”, consideró que hubo un poco de impericia política de parte del oficialismo: “Cuando se vota algo nuevo y que viene por fuera de la política también tiene sus costos, ya que están descontaminado algunos vicios, pero también están desprovistos algunas virtudes”.
En tanto, tras la caída de la ley, tanto el Presidente Milei como referentes del oficialismo hablaron de “diputados y gobernadores traidores”, y fueron señalados con nombre y apellido. “El presidente, por su parte, debería, dejar de hablar del Congreso como un todo y referirse, si hizo un trato con algún diputado”, cuestionó Bongiovanni.
Asimismo, consideró que al oficialismo también le faltó un más de empuje a la ley. “El presidente tiene capital político, obtuvo 14 millones de votos. Pero casi no se refirió a la ley hasta el tratamiento. A mí me estaban agrediendo en la puerta del Congreso y ese día el presidente lo único que había dicho fue que hizo no sé qué con Tinder”, dijo el legislador.
Finalmente, sobre las expresiones de Milei, que dijo “no descartamos el plebiscito”, analizó. “El plebiscito es fulbito para la tribuna. El solo hecho de plantearlo no va a andar, no va a cuajar, no es vinculante. ¿Qué pasa si pierde el gobierno? No podemos tener un pato rengo a los 50 días de gobierno”.