El Diputado Bongiovanni apuntó contra el privilegio de la AFIP en el que un hijo heredaba el cargo del funcionario fallecido
El legislador había presentado en marzo un proyecto de ley para derogar las cláusulas en el sistema público que permiten heredar cargos a familiares de fallecidos.
Con el cierre de la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por parte del Gobierno, fuera de los altos sueldos de entre 30 y 17 millones de pesos que percibían los directivos, causó revuelo entre la población el privilegio de herencia de cargo, del que gozaba el organismo.
Tal y como indica su nombre, la disposición habilita que un hijo de un trabajador fallecido pueda ingresar y ocupar un cargo similar o inferior al que tenía el difunto.
En ese marco, el diputado nacional por Santa fe del PRO, Alejandro Bongiovanni, recordó que ya en marzo de este año presentó un proyecto de ley para que en el Sector Público Nacional se deroguen este tipo de cláusulas y que no puedan incluirse en convenios posteriores.
“En marzo ya había presentado este proyecto para terminar con la herencia de cargos en dependencias nacionales, provinciales y municipales”, precisó el legislador al aire de una entrevista con el equipo de Camino a Casa, programa que se emite por Radio Mitre Rosario.
En ese sentido, continuó: "Hay cláusulas en los estatutos del empleado público que habilitan a que se tome en un cargo similar o inferior a un hijo o cónyuge al que tenía el difunto".
En la misma línea, agregó: “Eso es un privilegio rarísimo e inadmisible, porque no por nacer en una familia determinda tenés que tener privilegios para ocupar un cargo público”.
A continuación, argumentó porque el heredar cargos se volvió una práctica extendida en el sector público: “Hace medio siglo que venimos arrastrando estas prácticas, más que nada porque no era un hecho muy conocido. Por ahí en los pueblos se ve más lo de entrar a un lugar a trabajar por la familia, pero en las ciudades uno no tiene ni idea de quién entra o sale”.
“Además, de que con el pasar del tiempo comenzamos a naturalizar muchas de estas cosas. Vemos al Estado como una suerte de bolsa de trabajo y hoy está bueno empezar a cuestionarnos su utilidad”, subrayó.
A su modo de ver, la práctica era tan vergonzosa, que "cuando se hace un proyecto, siempre salta alguien a hacerle un contrapunto. Si uno quiere quitar la obligatoriedad de que haya encargados de edificio, probablemente te salte el sindicato, pero esto no creo que nadie lo defienda”.
Por último, recordo que “el único requisito para ocupar un cargo público es la idoneidad. Ahora bien, la labor pública no es algo que se le pueda ceder a un familiar”.
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