La inflación de julio fue de 7,4 %, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que dio a conocer hace 10 días el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). La más alta en 20 años.
Esa situación implica mucho más que la poco feliz y recordada expresión del exministro de Economía Álvaro Alsogaray: ‘Hay que pasar el invierno’. Es que el aumento de precios acumula casi 50% en lo que va del año y la variación interanual supera el 70%. Como dato a tener en cuenta, durante el mes pasado, el ítem que más aumentó fue recreación y cultura, que marcó subas de 13,2 %.
En efecto, 8 de cada 10 argentinos cambiaron sus hábitos de consumo en los últimos meses a causa de la inflación, según el resultado de una encuesta realizada por la consultora Management & Fit, unas de las más importantes del país. El informe fue realizado sobre 2.200 casos a nivel nacional, relevados entre el 29 de julio y el 11 de agosto.
De acuerdo al relevamiento, pensando en la inflación actual, el 80.2% de las personas encuestadas menciona que ha modificado mucho o algo sus hábitos de consumo. En tanto, al hacer referencias a las áreas en donde hicieron cambios, más del 50% menciona las compras de alimentos. En segundo lugar, se alude a
los gastos en ocio, y consumos culturales, con un 14.9%.
En tanto, al consultar por las compras del hogar, un 37.3% menciona que ha tenido que buscar más promociones y descuentos, mientras que un 29.3% ha optado por consumir menos que antes.
En ese marco, Rosario Nuestro consultó a rosarinos de distintos barrios de la ciudad para indagar más acerca de sus prácticas y gastos cotidianos.
Pablo, vive con su mujer y sus tres hijos en zona norte, y según se testimonio, “el asado del domingo lo trato de mantener, porque comprar un pollo con papas en una rotisería sale lo mismo, y lo prefiero hacer yo. Salir a comer afuera en familia sale el doble que hace dos meses y ahí nos ajustamos. Y lo que se hace muy difícil es mantener el auto en buenas condiciones, sobre todo el de las cubiertas”.
Por su parte, Mauro y su hijo, de barrio Centro, también realizaron cambios en su vida diaria: “Fuimos cambiando algunas primeras marcas por otras más accesibles, tratando de no perder tanto la calidad. Con el tema de salir a comer, tuve que restringir casi a la mitad de lo que hacía antes. Cada vez gastás más plata y traes menos cosas, y ya suprimimos las gaseosas y pasamos a los ‘amarguitos’”.
En esa línea, junto a su pequeña hija, Jessica de barrio Fisherton, confirmó que “modificamos muchísimos hábitos”. Y, seguido, relató: “En el caso de los locales de comidas, pasó solamente a una vez al mes y ni bien cobro, cuando antes podían ser tres veces en el mes. El helado, sólo los fines de semana. Y antes iba al supermercado dos veces al mes, hacía dos compras grandes, y ahora una sola y trato de tirar con todo eso lo más que se puede, hasta el otro mes”.
En tanto, Pedro, de barrio Martin, si bien vive sólo, también la inflación lo obligó a dejar de lado algunos hábitos: “Con respecto a cambios en el consumo, me pasé a segundas marcas. Además, reduje las salidas de fin de semana a la mitad. Y, por otra parte, las compras de ropa, ahora es sólo lo imprescindible”.
Finalmente, Santiago y su familia son de zona sur: “Comparado con el año pasado, los precios subieron en forma calamitosa. Y cada mes, me fijo casi en forma obsesiva el tema de los precios. Ni hablar las salidas, y de darte un gusto dos días, privilegias cuando surge un evento importante. Cada vez cuesta más llegar a fin de mes”, comentó sobre los efectos de la inflación.
Así, queda en evidencia que los rosarinos, a diferencia de la encuesta nacional donde se ve un recorte en los gastos de primera necesidad, se ajustaron más en actividades más vinculadas al ocio, como las salidas a comer. Pero también se ve reflejado, el cambio a segundas marcas, igual que en el relevamiento antes mencionado.
Asimismo, el informe de Management & Fit da cuenta que un 58.7% tiene una mirada negativa respecto a la situación económica futura del país. Por su parte, el 19% posee una mirada positiva.
Mientras que la inflación y suba de tarifas son citadas como el principal problema del país por el 39.5%; el 29.2% menciona a la corrupción.
En efecto, el precio del dólar y la escalada inflacionaria siempre vuelve como un mal recuerdo en el imaginario de los argentinos. Un problema tan viejo y cíclico, como las crisis recurrentes del país.
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