El removido secretario general del Sindicato de Peones de Taxis, Horacio Boix, insistió este lunes en la nulidad de la asamblea que terminó con su destitución y aseguró que planea retomar sus actividades al frente de la entidad. «¿Qué voz puede tener un afiliado con un mes de antigüedad?», preguntó sobre los votantes que determinaron su salida. Además, dijo que la Justicia ‘no lo imputó ni condenó’ en relación a la denuncia en su contra por malversación de fondos.
«Esta asamblea fue impugnada por el Ministerio de Trabajo de la Nación el día viernes. Sin embargo, la llevaron adelante igual, obviamente sin mi presencia ni la de aquellos afiliados que podían votar a favor mío o no», remarcó Boix al aire de Radio Mitre Rosario y aseguró que hubo socios que pretendían la suspensión del encuentro a los que no se les permitió el ingreso.
En ese sentido, se quejó y afirmó que «solamente ingresaron aquellos que tenían empadronados este último mes, que afiliaron a cualquiera y a mansalva, sin respetar el estatuto ni la Ley de Asociaciones Sindicales, ¿qué voz y voto puede tener un afiliado con esa antigüedad?». Así, sentenció: «La asamblea del sábado es de una nulidad absoluta».
A su vez, destacó que desde su entorno esperan una resolución del Ministerio de Trabajo «para finiquitar con este tema» y dilucidar «cuál es el camino» para retomar sus tareas. «Hasta acá la Justicia no me imputó ni me condenó», concluyó.
El conflicto al interior del sindicato se desató luego de que Boix protagonizara un choque contra un patrullero a bordo de un Audi A 7. Tras el siniestro, se conoció que el entonces líder del gremio había sido denunciado por presuntos desmanejos en los fondos de la entidad. A eso le siguieron tiroteos y amenazas contra los domicilios de Horacio Yannotti, sucesor de Boix y Luciano Llovera, quienes apuntaron al hoy exjefe sindical.