La costa de Rosario tomó vida, cientos de amantes del río volvieron a realizar distintas actividades náuticas, tras la prohibición durante meses por la pandemia de coronavirus.
Desde la costa pudieron verse una gran cantidad de kayaks y otras embarcaciones a motor que hicieron del río una postal que se había perdido desde principios de año. Lo importante a destacar es que se respetaron las medidas de distanciamiento y los protocolos obligatorios.
En la Rambla Cataluña pudieron apreciarse una gran cantidad de personas con sus botes en la orilla del río y aquellos que habían optado por cruzar a las islas frente a Rosario, actividad que no está permitida todavía.
Quienes asistieron a sus embarcaciones respetaron el correcto uso del tapabocas a lo largo y a lo ancho de la costa.
La costanera de Rosario tomó un color especial y muchos aprovecharon para utilizar las bicisendas. El verano comienza a asomarse y es el momento de prueba de todos los protocolos.