El seleccionado argentino empató sin goles ante Brasil esta noche en el estadio San juan del Bicentenario, por la decimocuarta fecha de Eliminatorias Sudamericanas, y logró la clasificación al Mundial de Qatar 2022 por los otros resultados de la fecha.
El seleccionado argentino empató sin goles con Brasil esta noche por la decimocuarta fecha de Eliminatorias Sudamericanas ante un público entrañable que lo cobijó en el colmado estadio San Juan del Bicentenario, y consiguió el boleto a la cita máxima.
Pero el símbolo de unión de este seleccionado argentino, uno de sus grandes capitales, se puso de manifiesto antes del arranque del partido cuando los 11 titulares mostraron una bandera de apoyo y respaldo a un compañero que no pudo estar en esta convocatoria como Sergio «Kun» Agüero, que se está tratando en Barcelona una afección cardíaca.
Después de eso lo que vino en el colmado estadio San Juan del Bicentenario fue un partido entre el clasificado Brasil y una Argentina que esta misma noche quería acceder también al mundial de Qatar, visualizando que había unos resultados previos que le facilitaban ese objetivo.
Claro que para ello tenía la obligación de ganarle a un conjunto brasileño disminuido por las ausencias de dos jugadores emblemáticos del equipo de Tite como el gran amigo de Lionel Messi, Neymar Junior, además su compañero en Paris Saint Germain (PSG), y el centrocampista de Real Madrid, el suspendido Casemiro.
Por eso la propuesta de los dirigidos por Lionel Scaloni fue la de ejercer una presión alta desde el arranque mismo del encuentro, buscando el protagonismo ya no a través de la posesión sino de la recuperación.
Es que en el primer ítem no estuvieron precisos los tres habitantes del medio argentino, Rodrigo De Paul, Giovani Lo Celso y especialmente Leandro Paredes, que sintió el mes de inactividad por el desgarro que sufrió en el cuádriceps derecho, ya que su anterior encuentro había sido frente a Perú en la triple fecha de octubre.
Entonces Fabinho y Fred fueron quienes manejaron con mayor precisión el balón en los 20 minutos iniciales, y producto de ello generaron un par de ocasiones en los pies de Vinicius Junior y Matheus Cunha, a la sazón reemplazantes de Neymar y Gabriel Jesús, que fueron dilapidadas por la mala ejecución de.ambos.
Después, cuando los laterales Nahuel Molina y Marcos Acuña pudieron despegar más por los costados y Lionel Messi empezó a encontrar más la pelota, Argentina fue el que se acercó un poco más a la valla defendida por Alisson y le devolvió gentilezas a su rival con otras dos llegadas de riesgo en los pies de Lautaro Martínez y De Paul, ésta muy bien resuelta por el arquero del Liverpool inglés.
Los minutos finales del primer tiempo se alojaron en algunas piernas fuertes y un codazo de Nicolás Otamendi a Raphinha que terminó con el volante del Leeds de Marcelo Bielsa cortado en el labio inferior, aunque lo único rojo que se vio en esa acción fue la sangre del brasileño y no la tarjeta que hubiese merecido el defensor de Benfica, que hoy se metió entre los 10 jugadores con más participaciones con la camiseta argentina.
El ex Velez Sarsfield llegó a los 88 partidos, superando por uno nada más y nada menos que a Diego Maradona, que vistió la camiseta albiceleste en 87 ocasiones.
La segunda etapa arrancó ya con mayor presencia de Brasil, que de las insinuaciones observadas en ese mismo tramo del período inicial, pasó directamente a ejercer la posesión del balón y por ende a manejar las riendas del desarrollo de un cotejo que se le empezaba a hacer cuesta arriba al conjunto argentino.
Y esto sucedió pese a que desde el comienzo mismo del complemento Scaloni decidió sacar a Paredes para que ingresara Lisandro Martínez como volante central, aunque el jugador de Ajax hace un buen tiempo que dejó esa posición en el equipo neerlandés, porque se afirmó como marcador central en una defensa de cuatro integrantes en la que perdió el puesto el lateral izquierdo Nicolás Tagliafico.
Argentina fue entonces más con fervor que con juego, a sabiendas de que Colombia había empatado sin goles como local con el Paraguay de los «mellizos» Guillermo y Gustavo Barros Schelotto y el triunfo, que estaba al alcance de un gol, le sellaba el pasaporte al Mundial de Qatar.
Pero esa conquista nunca llegó, para frustración de los de adentro y los de afuera, y aunque está al alcance de la mano, habrá que esperar un poco más para celebrar el que seguramente será un objetivo postergado por poco tiempo, porque Argentina será mundialista sin objeción.
Por lo pronto hoy llegó a los 27 partidos consecutivos sin derrotas y el final, con la mancomunión entre jugadores e hinchas cobijados en el magnífico escenario sanjuanino, también tuvo sabor a victoria y a una identificación entre las partes que hace mucho el fútbol argentino estaba deseando y necesitando.
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