El barco noruego Seabed Constructor avanzó ayer en el barrido de la primera área definida para buscar el submarino ARA San Juan y con los vehículos autónomos submarinos (AUV) localizó nueve contactos, de los cuales cinco presentan características por las que merecen ser investigados.
A la espera de los informes preliminares, la empresa Ocean Infinity informó que los cinco puntos de interés son de «clasificación C», por lo que reúnen «fuertes probabilidades» y se recomienda una mayor investigación.
Por ese motivo, según informaron en un comunicado los familiares de los 44 tripulantes del ARA, se desplegaron dos AUV, que se sumarán a otros dos que ya se encuentran en el agua.
Según explicaron a LA NACION fuentes navales, la clasificación en la búsqueda comprende cinco categorías, en las que la clase A corresponde a la identificación del objeto buscado, la B indica una «probabilidad alta»; la C, «probabilidad fuerte»; la D significa «improbable compatibilidad», y la E -la categoría más baja- se refiere a «identificado como incompatible».
Además, se informó oficialmente que los contactos analizados el día anterior correspondían a una formación geológica y a un barco pesquero hundido, presumiblemente de origen chino. Según las investigaciones, se trataba de «un contacto con buena reflectividad, de buen tamaño y sin campo de escombros» y de «un naufragio metálico con las mismas dimensiones del contacto buscado». La formación que se había detectado medía unos 55 metros y el submarino tiene una eslora de 67 metros.
El ministro de Defensa, Oscar Aguad , reveló ayer, en tanto, que el barco hundido localizado por los AUV «no estaba en las cartas marinas». Y, en declaraciones radiales, destacó que «es previsible que haya novedades, dado que la nueva tecnología empleada permite ver el lecho marino».
«Estos aparatos logran desentrañar las imágenes y que se pueda verificar si es o no el submarino», dijo Aguad, en un diálogo con el periodista Marcelo Longobardi , por Radio Mitre.
