Es la nueva tendencia: lo más importante no es el peso corporal sino el porcentaje graso.
Especialistas en nutrición y rendimiento deportivo como Jorge Andrea y hasta Agustina Dandraia, conocida como “la chica fit” que tiene miles de seguidores en Instagram confesaron en varias oportunidades que “no prestan atención a la balanza tradicional, sino al estudio antropométrico”.
Se trata de una técnica útil para evaluar el tamaño, las proporciones y la composición del cuerpo humano, con una perspectiva de estudio que contempla su división en cinco componentes:
- Músculo.
- Tejido adiposo.
- Tejido óseo.
- Vísceras.
Los especialistas en nutrición explican que “la relación y proporción que existe entre ellos permiten conocer y trabajar sobre aquellos tejidos susceptibles de ser modificados, es decir, el muscular y el adiposo”.
Esta evaluación se realiza tomando diferentes mediciones que consisten en diámetros y longitudes óseas, pliegues cutáneos, para conocer la cantidad y localización de la adiposidad; y perímetros musculares para conocer la masa muscular.
Para que se lleve a cabo con la mayor exactitud y precisión se debe realizar bajo un protocolo de medición, en este caso, establecido por la Sociedad Internacional de Avances en Cineantropometría (ISAK).
El primer paso, entonces, es determinar la composición del peso. Luego, en el caso de los deportistas, se realizan comparaciones entre sus resultados y los de deportistas de alto rendimiento, dentro de la misma disciplina. Finalmente, se busca alcanzar la composición corporal ideal, adecuada para el deporte y los objetivos de la persona.
¿Cuáles son sus beneficios?
Si comparamos dos personas que tienen el mismo peso al subir a una balanza, lo más seguro es que la composición corporal de ambas sea muy diferente. Tal vez una de ellas tiene mayor masa adiposa y la otra mayor cantidad de masa muscular, sin embargo esto no puede determinarlo la balanza.
La antropometría nos brinda la posibilidad de saber cómo está constituido nuestro peso, ya que lo más importante no es el peso, sino cómo está conformado.
La morfología corporal está relacionada principalmente con nuestra genética, pero hay factores externos que pueden modificarla, tales como la alimentación y la actividad física.
Sin embargo, los especialistas advierten que no todas los pacientes necesitan realizar una antropometría. Los casos en los que sí resulta importante hacerlo son:
- Deportistas: representa la posibilidad de conocer a fondo el cuerpo y trabajar sobre él, a fin de optimizar el rendimiento, cuidando la salud.
- Bajo peso: esta técnica permite calcular cuál es el rango de peso saludable y realizar una planificación nutricional adecuada para lograrlo.
- Quienes quieren reducir masa grasa: en este caso, la antropometría permite saber si la masa grasa y muscular se corresponden con el tamaño del esqueleto de la persona y, a partir de allí, es posible diseñar un menú que permita alcanzar un rango de peso saludable.
La práctica regular de actividad física favorece la optimización de la masa muscular, además de estimular el descenso del tejido adiposo.