Durante la primera parte de la cuarentena que comenzó el 20 de marzo, fundamentalmente en las etapas de mayores restricciones, almacenes y comercios de cercanía pasaron tiempos fructíferos desde lo económico, pero ya hace buen tiempo que esa realidad no es la misma. Desde el sector aseguran que a partir de mediados de mayo las ventas comenzaron a caer de forma pronunciada.
Más allá del alivio que representa el programa Precios Justos, que este lunes inició su 11ra etapa hasta el 25 de septiembre, la preocupación va en aumento. Así lo expresó Juan Milito, titular del Centro Unión de Almaceneros de Rosario: “Nosotros en líneas generales, hasta mediados de mayo, tuvimos un comportamiento ascendente en la facturación pero a partir de mediados de mayo se empezó a caer. Creemos que es en líneas generales ya que la gente no tiene dinero para gastar y sumado a que la movilidad social, que es menor”.
“Por lo tanto hay productos que se dejan de vender como las gaseosas en calibre chiquito o los alfajores que hacía a la merienda de los chicos o al que venía a trabajar temprano”, detalló el referente gremial del sector y continuó: “Estamos cambiando un montón de modalidades del consumo y estamos tratando de adaptarnos, pero lo que se siente es la caída en las ventas”.
La nueva etapa de Precios Justos
Por los próximos 45 días los valores de los productos incluidos estarán congelados y no se verá ningún tipo de aumento. En este caso, ingresaron a la lista la harina de maíz, los barbijos, el alcohol, algunos tipos de aceite y lácteos. “No es fácil, porque con la pandemia muchas empresas restringieron su capacidad y su stock pero hay un esfuerzo compartido desde la industria, los mayoristas, los pequeños emprendimientos y los comerciantes para tratar de llegar a la gente con buenos precios y el menor quiebre de stock posible”, aseguró Milito.
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