La psicóloga y sexóloga Silvana Saboini alerta sobre el acceso temprano de los niños a la pornografía y recomienda hablar con ellos para explicar que es ficción y que no deben seguirlo como modelo sexual. También enfatiza la importancia de supervisar los contactos de los niños en las redes sociales y prevenir el grooming, y destaca la necesidad de implicarse en la vida de los hijos para estar atentos a esta problemática en las nuevas tecnologías.
“Hay un informe de Save the Children de España que es de 2020 que ya refiere en España, pero esto lo podemos decir en los últimos años a nivel mundial, se refiere la media de edad de inicio, digamos para lo que es el acceso a la pornografía, a los 12 años. Pero más allá de esa media, hay registros, digamos, de un porcentaje, un 8%, digamos, que antes de los 10 años ya accede a la pornografía. Es decir, incluso registros de menores, estamos hablando entre 6 y 10 años”, expresó, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Savoini.
No obstante, señaló que se trata de “un acceso accidental, es decir, no con una búsqueda activa como puede ocurrir en la pubertad o en otras etapas de la vida, pero ese acceso lamentablemente con lo que es el uso de las nuevas tecnologías está al alcance de la mano. Entonces, por supuesto que es una preocupación porque tiene consecuencia, digamos, en lo que es el desarrollo psicosexual, pues justamente en esas etapas aún no han completado ese desarrollo psicosexual, por lo cual no tienen la madurez psíquica para poder comprender en muchos casos o saber qué hacer o cómo manejar el impacto que le generan las imágenes a las cuales acceden, aunque sea involuntariamente”.
Respecto al control que pueden hacer las madres y los padres, la profesional explicó: “Más allá de los controles parentales que se pueden aplicar en los dispositivos móviles y en los equipos, en las tablets o en las notebooks, en la PC que usen los niños, las niñas y adolescentes. Por supuesto que hay control parental para el uso de Internet, pero en verdad el control total no lo vamos a tener, hay que pensarlo en clave intergeneracional, digamos, los niños de hoy son nativos digitales y nos van a ganar, digamos, en esto. No podemos apostar simplemente a creer que porque instalamos un control parental no van a acceder a la pornografía. El tema es hablar de esto, porque negar la existencia o el acceso a la pornografía no va a servir de nada. O sea, la negación, lo que provoca, es el efecto contrario”.
“Y la prohibición también -continuó-, porque esto de las amenazas, a veces muchos padres dicen, no, porque si yo te pesco esto en el celular, porque si yo sé que vos consumís pornografía me voy a enojar, y eso tampoco sirve. Primero porque lo prohibido atrae. Y segundo porque prohibiendo o negando la existencia de algo no podemos hablar de eso. Lo recomendable es hablar en términos de poder explicar que eso es ficción y que entonces esto que opera como una forma de educación sexual informal deje de ser un modelo a seguir para los niños o los adolescentes que accedan”.
En esa línea, Savoini amplió: “Más que controlar es supervisar con quiénes los niños entran en contacto a través de las redes o a través de WhatsApp. Y además, vuelvo a esto, hablar de esto, el grooming es la forma de abuso sexual, digamos en la infancia, a través de las tecnologías. En general son perfiles falsos que engatusan, digamos, de alguna manera o seducen hasta lograr ganar la confianza de la persona menor y bueno y hasta a veces llegar al encuentro, pero que aunque no se llegue a un encuentro presencial sigue siendo abuso. Porque el intercambio de imágenes de contenido erótico precipitado por la intervención de un adulto sigue siendo abuso”.
Y remarcó que “siempre que hay un adulto que interfiere en el desarrollo psicosexual, digamos en la infancia o en la adolescencia estamos ante una situación abusiva, digamos. Entonces, prevenir esto, la mejor manera es hablar y hablar de los riesgos que existen de entrar en contacto con personas que no se conocen, que sepan que pueden haber perfiles que son falsos, y poder estar siempre cerca de ellos y hablando y tratando de monitorear con quienes están en contacto, por supuesto a menor edad, más la intervención de los padres que tiene que haber”.
“Más que la ausencia o presencia de los padres, porque obviamente los adultos trabajamos y esto es así. Es el tema de cuánto nos implicamos en la vida de los hijos. Porque uno puede estar pocas horas, pero muy implicado o puede estar todo el día y no registrar nada de lo que les pasa. Pero fundamentalmente que estas nuevas tecnologías, hay registro de que el 92% de las personas entre 10 y 15 años ya acceden a Internet. Y por supuesto que en porcentajes menores mucho antes de los 10. Entonces, eso y la facilidad, la gratuidad, y el mismo diseño de la industria pornográfica que está pensada para crear este acceso y esta necesidad, digamos, yo creo que es de los factores que más inciden”, concluyó la especialista.
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